jueves, 22 de mayo de 2008

Cuaderno de Viajes XV: Salamanca

Cualquier sitio de España es fantástico, pero bueno por seguir un orden desordenado, pasemos por Salamanca, ciudad universitaria donde las haya, no se puede evitar al pasar por Alba de Tormes en Santa Teresa, lo que nos llevaría a Ávila, otro día, pero es importante imbuirse en el siglo XVI, la España inquisitorial, la de los pillos y la de los monjes, la piedra marca la ciudad, qué iglesias, qué casas, qué Universidad, qué Catedral. La casa de las Conchas y tal.

La Plaza Mayor, aquí entramos en palabras mayores, el aperitivo muy considerable, por cada cerveza o vino, un aperitivo, muy buenos, hay un sitio en la plaza llamado Cervantes, muy famoso, mucho ambiente. Enfrente, un sitio que bajas unas escaleritas y con una parrilla, muchísimo mejor.

En Salamanca, fue Rector, Miguel de Unamuno, qué decir, muy admirado por Jon Juaristi, curiosa anécdota la de Salamanca, que tiene lecturas encontradas, aunque yo soy tan admirador de Don Miguel como de Millán Astray: ¡Viva la muerte!. Muy significado es el "decíamos ayer" de Fray Luis de León, cuidadito, que en España siempre hubo quien disentía y seguía viviendo para contarlo.

Francisco Umbral, en la Leyenda del César Visionario, describe muy bien Salamanca. Cervantes en el Licenciado Vidriera, en Las Novelas Ejemplares.

Muchos pueblos destacables en Salamanca y buscándolos di con esta cita entrada: Adares, Remigio González Martín, alias "Adares" (Anaya de Alba, Salamanca, 1923 - Salamanca, 2001), fue un poeta español. "Adares" (A=Adelante,D=Dolor de la madre al dar a luz,A=Amor,R=Remigio,E=España,S=Salamanca).Es una de esas figuras pintorescas de la literatura que por su actividad a contracorriente de los mecanismos editoriales ha pasado desapercibida al panorama literario nacional.

Ahí lo dejo, felicito a Raul del Pozo por su premio periodístico Mariano de Cavia, a Federico Jiménez Losantos y César Vidal por renovar en la COPE. Y a España, por seguir con ganas de divertirse, hoy todos los sitios llenos. Además empieza la Feria del libro en Madrid.

Inmigración

Otro tema que estaba en el debate de hoy, era la inmigración. Dentro de la serie sobre injusticias que quiero tratar, éste tema es muy importante.

La inmigración, la hemos necesitado y la necesitamos, la mayoría de las personas que han venido a trabajar son buena gente. Al principio, no había previsto ningún sistema adecuado para la captación de inmigrantes y admitíamos a todos aunque se nos colaran por la puerta de atrás. Hoy en día, el número es más que suficiente, por lo que las medidas restrictivas son necesarias. Ahora, sólo deberíamos admitir a inmigrantes que vinieran legalmente, con todo tipo de trabas a los ilegales, porque evidentemente no nos haríamos ningún favor generando poblaciones marginales, provocando el rechazo de la población por problemas de convivencia y de seguridad ciudadana.

No es posible dejar a los ilegales que trabajen en España, por lo del "efecto llamada", pero como otros aspectos que hemos tratado, se requiere hacer cumplir las leyes, si hay órdenes de expulsión, que se cumplan, si hay leyes que impiden dar trabajo a inmigrantes ilegales o irregulares, que se cumplan. No son delincuentes en principio, y para que no se tengan que convertir en tales, que se los expulse eficaz y rápidamente. Y que todos esos funcionarios que hay que se apliquen a hacer trabajos útiles, hacer cumplir las leyes necesarias, no las tonterías reglamentarias, como tantas y tantas chorradas que se ven legisladas.

Una injusticia sería tratar a todos los inmigrantes igual, los que tienen trabajo, los que llevan mucho tiempo legalmente, tienen unos derechos adquiridos como los demás ciudadanos, y los ilegales y delincuentes a su país, directos, y lo humano es ser rápidos en la repatriación. No dar falsas expectativas. Porque sino se llegará al exceso que propone Berlusconi en Italia.

Sobre política X: La naturaleza humana

Un tema que siempre ha preocupado a las Ciencias Sociales es precisamente este, la naturaleza humana, qué es lo que es propio del ser humano, qué es lo que la sociedad crea, qué es lo convencional. Las instituciones, sean privadas o públicas son organizaciones creadas para resolver situaciones en una sociedad, para converger intereses y van sobreviviendo por distintos motivos, por la fortaleza de sus miembros y líderes, por la utilidad, por el apoyo externo o por todas a la vez.

Cuando yo iba a la facultad, existían distintos grupos organizados: asociaciones culturales, políticas o deportivas. Las clásicas festivas, aunque a mí no me gustaran ni un pelo, las tunas, donde el aspirante pasaba por una serie de pruebas más o menos humillantes para ser miembro, la clave estaba en probar el sentido del humor y dificultar la entrada, dejándola sólo para los realmente interesados, a cambio: camaradería, bebida en cantidad, una estética de grupo, algo de afición musical y diversión, si se compartían esos valores.

Las asociaciones deportivas, más abiertas sólo pedían el interés por el deporte el que fuera y a cambio, camaradería, deporte y bebida en cantidad. Había otras culturales, que no exigían nada más que el interés en dicha materia y la participación, abiertas mediante eventos al resto de la Universidad.

En cambio, las asociaciones políticas, generalmente, tenían un mentor del que había que ser seguidor (normalmente un profesor, pero a veces, vi el caso de algún alumno que ejercía de pope), requerían una empatía política (claro), pero también personal, ya que sino no los considerabas interesantes compañeros de viaje, también aquí como en todas, la estética influía un poco. Cuando se iban licenciando gente importante de las organizaciones iban desapareciendo, otras eran heredadas con personas con los mismos intereses, otras ocupadas por unos inútiles que hacían desaparecer al poco tiempo las mismas.

Lo cierto es que yo no pertenecí a ninguna asociación o grupo, ni en mi adolescencia, ni en mi juventud, reconozco, que incluso hoy día, los grupos de jóvenes de los partidos me dan un poco bastante de grima. Me afilié al PP en 2004, tras perder las elecciones, como apoyo moral, los 8 años de Aznar me habían convencido para pertenecer a esa organización, un partido político, colaboré como apoderado e intterventor al principio, pero esas estructuras de aparato, pese a encontrar gente fantástica, también estaban plagadas de capulletes, trepas, acomodados o juanillos, que ejercían sus carguillos.

La naturaleza humana tiene esas cosas, el acomodamiento, el generar grupos de poder por puro amiguismo y jefecillos por antigüedad, que no destacan en nada, pero con el tiempo se hacen con la confianza de líderes sin ningún motivo más que la persistencia y fidelidad comprometida. Ahora estamos pagando eso, si dejamos en manos de bobos nuestras organizaciones políticas, si no participamos por desidia, por falta de tiempo, todos esos mediocres aprovechan esas estructuras para acomodarse. Los expertos vienen desde jóvenes, que harán carrera más o menos, los segundos vienen como amigos y familiares, y al final, se tiene lo que se tiene.

Por otro lado, la selección en España, siempre busca formas excesivamente absurdas para los objetivos buscados, para entrar a la policía, buscan supermanes físicamente, cuando el trabajo lo que requiere es formación moral e intelectual, la política busca fieles cuando lo que necesita es gente brillante y comunicativa, el profesorado busca perseverancia y memoria, mientras lo que se necesitan son vocaciones y habilidades émpaticas y comunicativas. La Iglesia busca corderos, cuando lo que necesitan son ejemplos. Pero la naturaleza humana, en muchos casos, busca rodearse de gente peor para sentirse mejor, tiene piedad con inútiles y los mete con calzador, inclusono concibe la maldad cuando es evidente. Por último, Cipolla explicaba muy bien lo de la estupidez, que es más frecuente de lo que parece. Y para estúpidos, aunque se crean inteligentes, incluso malvados, hacen estragos en los incautos.

Los que refundaron el PP, pecaron de incautos, los demás también y los estúpidos malvados han ocupado los puestos del PP, por favor, que no se sigan yendo gente valiosa como Aznar, María San Gil o Zaplana, porque sino tendremos Rajoys.