lunes, 3 de noviembre de 2008

Sobre la España profunda

Normalmente, entendemos por España profunda a un conjunto de actitudes arraigadas dentro de nuestra sociedad, donde nos reconocemos negativamente, algo así como el cúmulo de sucesos y mentalidades que constituyen nuestro ser esencial, aunque, por supuesto, el que utiliza la expresión, se siente alejado totalmente de ella, por lo que es un juicio moral y moralizante utilizado, como valor negativo al que hay que superar o eliminar.

Una opinión negativa sobre nosostros mismos, normalmente asociada a sucesos, pero también a costumbres y mentalidades, que no extendemos al resto de los países, con excepción, de a los Estados Unidos, por lo que muy probablemente tenga origen en la Leyenda Negra, y que EE. UU. como moderno imperio ha heredado.

Hoy en día, los modernos pontificadores sobre lo que es la España profunda, tampoco andan muy lejos de los pontificadores de la América profunda, esto es, considerar todo lo malo de un lugar como algo externo a ellos, así, a nivel social se considera, una mentalidad "profunda" el racismo, pero solo cuando se produce desde las clases medias blancas, porque si son minorías étnicas, los que tienen esa mentalidad, no se ve de igual manera, no digamos si son mentalidades generalizadas en países africanos, ya que entonces, se considerará multiculturalismo "enriquecedor". Si el racismo procede de minorías o de zonas periféricas, dentro de España, por ejemplo, se considerará autoafirmación del hecho diferencial o alguna chorrada por el estilo.

Otros elementos, considerados generalmente como de mentalidad "profunda", serían el resentimiento, la envidia, la frustración, sentimientos generalizados en el ser humano, pero que, en estos casos, se consideran característicos de lo español. Pero claro, cuando eso mismo, le damos forma de Memoria Histórica, se convierte en la noble intención de recuperar la diginidad y la memoria de sus familiares o absolutos desconocidos y es una reivindicación "comprensible", "respetable" e incluso "plausible".

Otro elemento, sería la xenofobia (odio al extranjero), "chovinismo" si es francés (que parece que es menos), absolutamente deleznable, salvo si se presenta en forma de "normalización lingüística" o en forma de recuperación de tradiciones estúpidas, hechos diferenciales excluyentes, sacralizando hasta la última característica local, en unos casos es paleta, ignorante, y cerril, pero en otros se considera "nacionalismo democrático".

Por supuesto, los hechos corroboran, la "profundidad" de las mentalidades, si unos hermanos, instigados por sus hermanas, la emprenden a tiros contra otra familia, como aquellos de Puerto Hurraco, ahí está la España profunda, si dos, que antes eran amigos, y uno de ellos mata a otro, que es el alcalde, con el silencio de su pueblo o el desconocimiento exacto, ahí está la España profunda. Pero si en Gran Bretaña o en Austria, aparecen chalets llenos de cadáveres o un padre incestuoso y sádico, eso, son hechos aislados. En Estados Unidos, ocurriría lo mismo, si en Dinamarca, unos chicos desequilibrados la emprenden a tiros con su escuela, un hecho aislado, en cambio, en Estados Unidos, sería la América profunda.

En Italia, la mafia sería casi romántica (no para quién la sufren, claro), en el País Vasco, un problema político (aquí la España profunda, serían todos aquellos que resisten, paradójicamente están peor consideradas las víctimas que los terroristas), pero en Andalucía, sería la España profunda (incluso, cuando todo indica que los que están corruptos hasta la médula son los poderes públicos, dirigidos hace años por los expendedores del carnet de España abierta y progresista, lo "profundo" será algún suceso de cortijo, con señorito, mozuela y olé), en Cataluña, directamente, saldrán absueltos los responsables y no tardarán en llegar al parlamento sino lo son ya (lo profundo seá el Carmelo, con esos que se empeñan en pedir responsables del hundimiento de sus casas). En Estados Unidos, no será corrupción política, inquietante, sino conspirativo, elitista, pero lúgubre, refinado, pero perverso.

Otro aspecto a considerar es la religiosidad, lo más "profundo", será la mentalidad religiosa, que entierra a su muertos, que reza, y si se nombra, ahí está, la España profunda. Si es un musulmán el que reza, es un derecho, si es un asiático, es hasta curioso, pero cuidadín, que todo lo que sea Catolicismo, huele a "profundo", que apesta.

¿pero cuáles son los valores positivos que se contraponen?

Los expendedores del progreso y de la modernidad, pueden basar toda su existencia en practicar sexo con los de su mismo sexo, y hacer ideología de ello (¡ojo! se puede ser homosexual, sin que esto ocurra), sin que a nadie le parezca estúpido, pueden reposar su ideología en millones de muertos (asesinados), sin ningún pudor, ni responsabilidad, pueden creer en espíritus que les hablan, o tener una cultura de la muerte, sin dejar de ser "modernos" y "progresistas", pueden ser envidiosos, racistas, xenófobos, resentidos y frustrados sin que nadie los tache de representantes de la España profunda, por supuesto, sin que se sientan parte de ella. Incluso, pueden odiar, desear la muerte, y hasta matar pensando que luchan por el futuro, por una España abierta y luminosa o por unos derechos históricos "luminosos" regionales.

Pueden ser corruptos, llevarse la pasta del pueblo español, diciendo y pensando que "luchan por sus derechos", por extender el "estado social", la "libertad" o la "ecología", pero no, ellos no son la España profunda.