martes, 5 de julio de 2011

La culpa es de Aznar

Tras estos años de gobierno de Zapatero, donde 5 millones de parados son el resultado de una forma de entender la política, donde la confianza de la empresas está por los suelos, donde el crédito es inexistente y el crecimiento todavía es un espejismo en el desierto, no se puede más que llegar a la conclusión de que toda la culpa es de Aznar.

Por querer abandonar la política desde el año 2000, por haber dejado que unas pancartas y su deseo de hacer de España un actor político mundial de primera fila, por dejar que le comieran el terreno de lo bien hecho los últimos años, por haberse dejado meter un gol en seguridad manteniendo a gente o poco competente o claramente traidora en los servicios secretos y policiales del Estado, por haber pactado la reforma de la justicia pensando que el juego limpio se podía hacer en España sin controles, por haber dejado los medios de comunicación a los enemigos de España pensando que se iban a reformar por sí solos, en vez de dar libertad como debería.

Pero sobre todo, por haber creído que la buena marcha económica de España cambiaría la forma de pensar de los españoles de izquierdas, que dejarían que España fuera un país democrático sin terroristas y similares que desestabilizaran el país a su antojo, por haber hecho creer a los españoles que podían competir en un mundo globalizado sin complejos, por haber dignificado la actividad empresarial como base de una economía moderna y competitiva, por haber convertido la función pública en algo que se pudiera criticar abiertamente y que se tendiera a valorar como un servicio público y no como un cortijo, por dejar la Seguridad Social con superávit, por hacer pensar a los españoles que eso se debía al destino y no a un tipo de política, por tratar a los socialistas como si fueran adversarios políticos, por eso, la culpa es de Aznar.

Por haber permitido que unos tontos muy tontos llegaran al poder por su absentismo comunicativo el último año, por dejar que un líder tan fatuo como Zapatero pudiera parecer un soplo de aire fresco y no una bomba de relojería que es lo que fue, por no permitir que el partido eligiera a un sucesor político y no a un gestor impuesto, por haber creído que en ocho años España podía enderezarse y dejarla a su libre albedrío, por no haber reformado la educación de tal forma que los españoles jóvenes sigan creyendo que un mundo ideal es donde todos sean iguales, cuando no hay nada tan injusto como la igualdad, por no hacer una verdadera batalla ideológica a la izquierda dejando creer a los jóvenes que el dinero del paro, de las pensiones, de los sueldos de los funcionarios salen de la nada, y que hay que repartirlos simplemente, por dejar que las cajas de ahorros estuvieran en manos de las autonomías, por no haber hecho una reforma laboral y amedrentarse ante los sindicatos,...

Cuando el PP ganó en 2000 queríamos reformas drásticas que nos hicieran olvidar la posibilidad de involución y nos aseguraran un crecimiento y desarrollo a un estado moderno, pero en vez de eso, boda en El Escorial, amiguitos del alma, operaciones arriesgadas en los medios y al final, 11-M y después...Zapatero.

Zapatero que ganó con el voto de miles, millones de personas que le oían hablar del sector del que vivían como el ladrillo, de gente que oía talante y creyó oir transparencia, democracia, honradez,...pero luego, poco a poco, poco a poco, pasados 1, 2, 3, 4 y 5, 6 y 7 años se dieron cuenta que talante era nada, era negociación con ETA frente a derrotar al terrorismo, cordón sanitario contra la democracia real, que era memoria histórica, es decir, revancha anacrónica, que despilfarro y ministerios de igualdad, fraternidad y nada, que era hacer ministras a Pajín, a Aído, a don nadies sin criterio, a mentirosos sin escrúpulos como Solbes, Rubalcaba, ese de justicia que cazaba sin licencia, ese de fomento que no se había terminado la carrera, ese de defensa que era su compañero de pupitre, ese de los caballos que ganaban millones de euros sin investigar, esos que despedían sin haber trabajado un solo día, esos que cobraban los derechos de autor de Fuenteovejuna, esos que investigaban si Franco había muerto, esos que cobraban del banco a cambio de traspapelar unas cosas, y esos que olvidaron que había guerra el mismo día que subieron al poder, y más, y más, y encima ahora están indignados, esperando poder asaltar el poder, esperando poder subvertir la ley, pidiendo qué, más Zapatero sin Zapatero, despotismo iletrado, socialismo real, socialismo libertario, ¡por favor!

Ellos saben de quién es la culpa, yo también.