Madrid, denuevo, mientras la gente te pregunta a dónde vas, te quedan días, y cosas así, la ciudad permanece, inalterable, con movimientos imprecisos, ya que el sitio al que vas puede haber cerrado, pero esos momentos te descubren sitios nuevos, nuevos hábitos, pudiéndote sentir turista en tu propia ciudad, tan a gusto, en la línea de los visitantes de fuera, algunos adoptan hasta el uniforme, pantalones cortos, camiseta y una gorra, porque en Madrid nos gustan los turistas.
Decía Laín Entralgo sobre Madrid que "teniendo tanto pasado, falta en él tradición viva. En Madrid se vive en perpetua actualidad". La actualidad, se mueve entre el trabajo y la sierra madrileña, entre la playa y el deber cumplido, pero septiembre está ahí y este año va a ser duro, por lo que la playa es corta o se mira de medio de lado a la capital, a ver qué pasa.
A dónde van los políticos a veranear, nos importa un pito. Este año el año no cierra, sino que continua, excepto para esa panda de vagos que se creen que son nuestros dirigentes, olvídense de España, que nosotros también queremos olvidarles, pero no nos dejan, ni a los etarras con fiestas paletas en homenaje a sus hijos de puta, ni a los que les dejan en libertad con su incompetencia.
¿Por qué en todos los países del mundo los delincuentes, los asesinos, los violadores son considerados como un peligro público como excrementos de la sociedad y aquí los tratamos como celebridades?
¿Por qué a nuestras celebridades les tratamos de buscar su peor faceta o nos dedicamos a criticarles sin más, mientras que hacemos de gentucilla, los portavoces de la opinión pública?
En verano, todo son sustitutos, sustituimos sueños por realidades, realidades por sensaciones, sensaciones por dinero, dinero por recuerdos, recuerdos por vida, vida cotidiana por esperanzas. Añoranzas por siestas, libros y paseos y fiestas y playa.
Los veranos son momentos de hacer nuevos amigos, nuevas costumbres, de reorientar lo que hacemos o de orientarlo sin más, o de ir buscando en los sitios de toda España, tu ciudad ideal.
Para llegar al otoño y decidir, que es Madrid, con sus cines y museos, con sus bares y restaurantes, con su cielo y su calle, con la gente de siempre, el mejor lugar para triunfar.
Y las celebridades del año pasado, recuerdos difusos serán, la canción del verano, los mojitos, las cervezas, el centollo o las gambitas, la conversación de septiembre, sin más.
¿Quién se acuerda de...? ¿Dónde estuve ese año...? ¿Quién presentaba...? ¿Quién toreaba.....?
