viernes, 13 de marzo de 2009

Zapatero-Rajoy, el escribiente

Bartleby, el escribiente (Bartleby the Scrivener: A Story of Wall Street) es un relato del escritor estadounidense Herman Melville, publicado en 1853, en él, un abogado de Nueva York, con oficina en Wall street, que tiene tres empleados : Turkey ("Pavo")porque enrojece cuando bebe, a partir del medio día, Nippers ("Tenazas"), por sus negocios poco lícitos y Ginger Nut ("Nuez de jengibre") que con sólo doce años, es el chico de los recados. Los escribientes se dedicaban a hacer las copias de documentos a mano (hipotecas, préstamos, documentos oficiales, etc,...). El rendimiento de sus trabajadores deja algo que desear ya que uno es inoperante a partir del mediodía y otro está alterado por la mañana y trabaja mejor por las tardes, así que el abogado decide contratar a uno nuevo, Bartleby, que en un principio parece que trabaja muy bien, aunque resulta un tanto raro, pero poco a poco, el abogado descubre cómo su empleado se niega a realizar sus labores, negándose muy cortésmente con un "Preferiría no hacerlo" ("I would prefer not to"). Al abogado le empieza a exasperar, pero le va dejando hasta que deja de ejercer su trabajo y siempre con su contestación educada en la boca, y se va abandonando hasta la muerte, por hambre.

Así se me parecen estos dos políticos que extrañamente han llegado a lo más alto de la política en España, España que sería ese abogado tranquilo que se ganaba la vida con hipotecas y prefiere estar lejos de la política y de los tribunales, que huye de la polémica, solo quiere el dinero.

Así tenemos a una gran parte de la población que trabaja por la mañana y que disfruta de la comida y de la bebida, que solo se enciende por la tarde, con unas copas, como Turquey, otra que se levanta encrespada cabreada y que con las copas y la comida se va calmando, también podríamos comparar a Nippers con los trincones que pululan alrededor del poder y a Turquey a todos aquellos que van de comilona en comilona, cual diputados engordando el buche sin más, copiando lo de otros y sin más, no estaría lejos de esto nuestro ministro de Economía, Solbes.

El chico de los recados serían todos los que se afanan por ganarse la vida, los jóvenes, que en simetría con los personajes que rondan a nuestros políticos podrían ser la ministra Aido o Soraya SS.

Y llegamos al alter ego del jefe, pero radical, que sería Bartleby, el escribiente, en nuestro caso, Zapatero-Rajoy, que poco a poco va abandonándose con un lenguaje muy cortés: "preferiría no hacerlo", ante preguntas y mandatos cómo ¿podría hacer algo para evitar la crisis? ¿Va a hacer oposición al Gobierno? ¿Dejará su puesto por alguien más competente? ¿Quiere trabajar por España y los españoles? Quiere resolver el problema del paro,...Responden: "PREFERIRÍA NO HACERLO".

Y así se encuentra España perpleja, que no sabe qué hacer con sus Bartlebys, cambiarnos de oficina no va a ser fácil, salvo para Sánchez Dragó, llevarlos a la "tumba" para que se dejen morir y quitárnoslos del medio es un problema moral que en nuestra España compasiva, indecisa y pusilánime no acaba de tomar partido, con cierta simpatía a los personajes que quieren estar, pero sin esfuerzo y que poco a poco dejan de hacer sus deberes (como hacer cumplir la ley, la Constitución, limitar el poder de los nacionalismos, poner en orden la justicia, casi todas las instituciones en general, etc,...) hasta dejarse morir de hambre, de inanición, de inacción, pero muy cortésmente se responden a sí mismos y a los demás: "PREFERIRÍA NO HACERLO".