sábado, 17 de mayo de 2008

Ministerio de Igualdad

El principal problema en España, no es que no existan leyes que busquen la igualdad y la justicia, en general y laboral en concreto, el problema es que no se cumplen, porque no hay nadie para hacer que se cumplan.

Habrá no se cuantos mil funcionarios y contratados para multar, vigilar y gestionar el aparcamiento limitado, cada calle, cada manzana, cada coche, que no se escape nadie.

Pero, en el mundo laboral, qué, pues te encuentras que no hay absolutamente nadie que compruebe si los contratos son reales, por ejemplo temporales y no son, como suelen ser indefinidos, falsamente temporales, de cómo se despide a alguien y se le contrata 7 días después, por ejemplo, alguien sabe si se respeta lo de ser licenciado en categoría laboral, claro que no, ni siquiera en la administración, para qué. Entre tantas dejaciones, tantas injusticias, tanto fraude, qué más da.

¿Existe el mobbing?, claro, ¿se puede denunciar? no. A no ser que trabajes en una empresa grande, donde se cumplen las normas un poco mejor. Pero la mayoría de las empresas en España, son Pymes, para bien y para mal.

Pero claro, las injusticias, por lo general, se hacen con los más débiles: sueldos bajos, baja cualificación, poco tiempo en la empresa, baja categoría profesional. Que como es natural, no cuentan con un bufete de abogados especializados que les asesore. Y aún así, en la ley laboral, encima, es el trabajador quien tiene que demostrar lo que sea ante la administración. Cojonudo. David contra Goliat, y David atado de pies y manos.

Por último, dentro de la problemática laboral, un agravante es ser mujer, ya que es mucho más fácil sufrir faltas de respeto, acoso, mobbing, y cómo no, los problemas se multiplican cuando se quedan embarazadas y luego, claro, cuando se tienen hijos.

Muy habitual es:
1-se deja de ser alguien considerado para dirigir y ascender en la empresa.
2-se convierte a la mujer en un sobrecoste, que a ser posible hay que despedir.
3-se la convierte en un trabajador discapacitado, a quien desconsiderar.
4-los despidos se multiplican.

Las bajas médicas, van en función del médico o médica, que muchas veces, se muestran insensibles ante la situación de stress y acoso laboral, unido a los síntomas del embarazo, por lo que son reticentes a concederlas, a veces, también hay fraude, muchas veces, entre esos funcionarios y funcionarias, que no sólo disfrutan de todo, sino que se exceden en todo, pero eso, es otro cantar.

Cuando se tienen hijos, la conciliación de la vida familiar, con esas estúpidas reuniones a última hora, con esos estúpidos horarios partidos de 10-12 horas reales, con esas convenciones, meeting, o como quieran que se llamen esas estúpidas convivencias empresariales, o los muy estúpidos viajes, que se podían solucionar por teléfono, acaban por complicar tanto la vida personal, multiplicando gastos, que hacen decidir entre trabajo y familia. Cualquiera de las dos decisiones, son dolorosas, y más para las mujeres, que en su apuesta personal, el trabajo, tiene mucho esfuerzo dedicado, gran concentración, mucho sacrificio y bastante de reto, con obstáculos añadidos.

¿Qué pedir al Ministerio de Igualdad? Que se cumpla la ley, nada más. Que haya inspectores de trabajo, que la Seguridad Social, no sólo se preocupe de los autónomos a ver si pagan y mire si los contratos que se hacen son justos y legales, que la defensa de los trabajadores no se deje para casos extremos, donde intervienen abogados y sindicatos, como tiene que ser, pero si se evitaran injusticias previas, no pasaría lo que está pasando: ¡Que no se cumple la ley! Más claro, no se puede decir.

Por otro lado, quiero manifestar mi desacuerdo con la diferencia de penas para un mismo delito, en función de si lo realiza un hombre o una mujer. Para evitar la proliferación de agresiones y asesinatos contra mujeres, delitos domésticos: que el Ministerio de Justicia, los jueces, los fiscales hagan su trabajo, que la policía haga su trabajo, sin más. Que se cumpla la ley.

La discriminación positiva, aparte de una estupidez conceptual, no vale más que para dejar en evidencia la poca capacidad de hacer cumplir la ley, crear una lucha de sexos absurda y alimentar de ideas encontradas a la sociedad, que tiene que comprender que los problemas de las mujeres, son los problemas de toda la sociedad. Aquí, al final, a lo más importante, educación. La formación y la educación ayudan a crear una sociedad sana y ciudadana, pero aquí, todavía estamos en las cavernas. La Europa nórdica, nos queda muy lejos, pero creo que no vamos en buen camino. Más que igualdad, equivalencia.