viernes, 16 de octubre de 2009

El mar y el atún

Ahora, como hace tres milenios, la pesca del atún y el tráfico marítimo de mercancias y materias primas, se convierte en un tema de importancia estratégica y vital para los grandes estados.

Lo que aparentemente podría ser un problema del seguro, un grave problema de las familias de los secuestrados, del armador, es un problema que supera con mucho el hecho de que se aprese un barco de una compañía privada, ¿Por qué?

Primero, porque todo sistema capitalista y precapitalista, se basa en el abastecimiento de mercancias al mercado, segundo, porque el poder marítimo ha marcado la historia de Occidente.

Todos los pueblos que han tenido una importancia cultural, económica e históricamente han gozado de un poder marítimo, la supremacía de los distintos modelos culturales que han marcado la historia se ha decidido en grandes batallas navales y dichas batallas navales han convertido al mundo en lo que es ahora mismo.

Hay sitios recurrentes como el Estrecho de Gibraltar o el Canal de la Mancha y entre ellos, el Cuerno de África, sitio vital para el comercio marítimo internacional, para la pesca, para el tráfico de mercancías. Zona geográfica, que aunque es actualmente ignorada y desconocida para la mayoría de la gente, fue el lugar donde probablemente confluyeron Oriente y Occidente de donde surgieron egipcios, fenicios y judíos, más tarde los árabes, por donde mucho antes se expandieron los primeros homo sapiens dando lugar a las distintas razas humanas.

En fin, que no es cualquier cosa, sin importancia, es vital, mantener un prestigio mundial salvaguardando nuestra flota, de la manera que sea, con flota y bases permanentes o con infantes de marina embarcados en los pesqueros, y a los piratas, ni jóvenes, ni leches, mano dura.

Así, desde la invasión de los llamados Pueblos del Mar que migraron hacia Oriente Próximo durante el 1200 a. C. que navegaban por la costa oriental del Mediterráneo y atacaron Egipto durante las dinastías XIX y XX. No fue una batalla, si no muchas que provocaron la decadencia del Imperio egipcio, el hundimiento de la civilización micénica y dieron origen al comienzo de la Edad Oscura.

En esa Edad Oscura, aparecen los navegantes fenicios, como los principales navegantes del Mediterráneo, creando en gran medida una serie de mitos, que buscaban quitar la idea a otros pueblos de adentrarse en el mar y de esa manera controlar el tráfico marítimo. La mayoría de esos mitos han llegado a nosotros a través de los griegos.

Pero poco a poco, los griegos como pueblo pujante van abriendo colonias y en un momento se enfrentan con los cartagineses, herederos occidentales del poder fenicio, que unidos a los etruscos deciden atacar a los griegos focenses acusándoles de piratería y se enfrentan en la Batalla de Alalia (hacia 537 a. C.), allí en la colonia focense de Alalia (actual Aleria), situada al este de Córcega, hubo un combate naval que pese a la victoria griega, la flota focense quedó tan castigada tras la batalla que los griegos tuvieron que renunciar al dominio de Córcega y finalizar su expansión por el Mediterráneo Occidental, dejando paso libre al dominio cartaginés, que duraría varios siglos.

Por otro lado, en el Mediterráneo oriental tuvo lugar otra batalla decisiva, la batalla de Salamina fue un combate naval que tuvo lugar en el año 480 a. C. y que forma parte de lo que se conoce como la Segunda Guerra Médica entre los persas y los griegos. Parando los pies a los persas. Siempre dos luchas, la de Oriente y Occidente y la del predominio sobre Occidente están en pugna.

Más tarde, comienzan una serie de enfrentamientos navales, entre Cartago y la República de Roma. Se disputaban el dominio del mar, y al final de la Tercera Guerra Púnica, Roma conquistó todas las posesiones cartaginesas y arrasó la ciudad de Cartago, con lo que la facción cartaginesa desapareció de la historia.

A la caída del Imperio Romano y como en toda época convulsa, el poder marítimo no está claro, surgen los piratas por doquier, que actúan de forma autónoma o por orden de un estado emergente, así comienza otra época oscura, plagada de vikingos y de piratas berberiscos, el mundo se reduce al auto-abastecimiento, y donde antes hubo comercio y esplendor, no quedan más que poderes locales, tiranuelos, hambre, pobreza y un repliegue ruralista, con pequeños intentos de volver a un mundo abierto.

En el siglo XIII, uno de los reinos más pujantes trata de abrirse camino, en la batalla de Algeciras librada en el estrecho de Gibraltar entre una flota de la Corona de Castilla y una flota de los benimerines que concluyó con la derrota de la armada castellana, se intentó, aunque hubo que esperar unos años más. Aunque otras flotas como la aragonesa, la veneciana, la genovesa y la del Papado junto a la castellana acabarán controlando el Mediterráneo occidental.

Así llegamos a la batalla de Lepanto, «la más alta ocasión que vieron los siglos», fue un combate naval de capital importancia que tuvo lugar el 7 de octubre de 1571 en el golfo de Lepanto, frente a la ciudad de Naupacto (Lepanto), situado entre el Peloponeso y Epiro, en la Grecia continental.

Se enfrentaron en ella los turcos otomanos contra una coalición cristiana, llamada Liga Santa, formada por España, Venecia, Génova y la Santa Sede. Los cristianos resultaron vencedores, salvándose sólo 30 galeras turcas. Se frenó así el expansionismo turco por el Mediterráneo occidental.

Por el Atlántico, con el dominio castellano que había llegado a América, también hubo disputas, siendo otro ejemplo de la importancia y dimensión que tiene el control del mar en el devenir de los pueblos, así la Grande y Felicísima Armada, conocida comúnmente como Armada Invencible o Armada Española, fue el nombre que dio Felipe II a la gran flota que armó en 1588 para apoyar la invasión de Inglaterra durante la Guerra anglo-española de 1585-1604.

El envío por parte de Felipe II de esta flota, con la intención de aprovisionar a los Tercios de Flandes los cuales serían los encargados de invadir la isla y controlar así la política exterior inglesa (principalmente en lo referente a la piratería y la guerra de Flandes), supuso el comienzo de las hostilidades de una guerra en la que finalmente España consiguió que Inglaterra solicitara la paz y firmara un tratado favorable a los intereses de la monarquía hispánica en Londres (1604).

La supremacía española en los mares permanecería indiscutida hasta la Batalla de las Dunas (1639). Además su posición como primera flota del mundo se afianzó aún más cuando los ingleses crearon su Armada Inglesa y fracasaron igualmente frente a las costas de Galicia y Lisboa. No obstante, la emergente Inglaterra, irá poco a poco ganando poder, pero, por el momento, seguirán siendo piratas.

La batalla de Trafalgar tuvo lugar el 21 de octubre de 1805, en el marco de la tercera coalición iniciada por los aliados para intentar derrocar a Napoleón Bonaparte del trono imperial y disolver la influencia militar francesa existente en Europa.

Aconteció cerca del cabo de Trafalgar (provincia de Cádiz), en la que se enfrentaron las escuadras aliadas de Francia y España, al mando del vicealmirante francés Pierre Villeneuve, bajo cuyo mando estaba por parte española el teniente general del mar Federico Gravina, contra la armada británica al mando del vicealmirante Lord Horatio Nelson. Pérez Reverte, la ha relatado muy bien en un libro, siempre interesado en el mar y su gran historia, ignorada, desconocida y sin embargo, trascendental para la humanidad.

Otro ejemplo, con varias batallas navales decisivas, se encuentra en la Guerra Hispano-Estadounidense denominado en España el desastre del 98, que se desató entre España y los Estados Unidos de América en 1898. Sus principales resultados fueron la "independencia" de Cuba y la pérdida, por parte de España, del resto de sus colonias en América y Asia (Puerto Rico, Filipinas y Guam), cedidas a Estados Unidos, que se convertiría en potencia mundial. La que se afianzará tras la I Guerra Mundial y sobre todo, tras la II Guerra Mundial.

Hay muchos más ejemplos, muy decisivos, como los episodios sucedidos en la II Guerra Mundial, desde la Campaña de Guadalcanal en el Pacífico, a la Batalla de Normandía en 1944, denominada en clave Operación Overlord, que fue la invasión de Europa, por mar.

La Historia de la humanidad se ha decidido siempre en el mar, siempre por el mar, el que controla el mar, controla el comercio y la pesca, y quien controla eso, controla la prosperidad, si no nos jugamos entrar en otra época oscura, de la que quizá saldremos todos rezando a Alá, con barbas largas y turbante, y las mujeres como nuestra Ministra de Defensa, con burka y sin derechos, en fin, nos jugamos mucho, no es una pequeña mala suerte de unos pescadores de Bermeo, si no una ocasión grande, de España y de Occidente.