miércoles, 15 de enero de 2014

La rampa y el bulevar

Cuando los gobernantes, autoridades, poderes varios, medios de comunicación empiezan a tener debates como los que estamos viendo en los informativos, artículos y tertulias, como el tema de la rampa que tiene que bajar y subir en coche o andando la Infanta Cristina o sobre lo que pasa y deja de pasar por construir un bulevar en una calle de Burgos donde algunos vecinos no están de acuerdo, podemos ver un ejemplo del problema de España. ¿Qué problema?

Aquí ya nadie duda de cómo es nuestra Nación y el pueblo español o si somos o no somos nación, NO. Aquí, lo que vemos es que los gobernantes, autoridades, poderes varios y medios de comunicación tienen MIEDO al pueblo español, así de sencillo.

Si yo fuera la Infanta Cristina preferiría bajar en coche, porque siempre es desagradable que a uno le tiren huevos, le insulten y tal, más aún cuando se está acostumbrado a lo contrario, pero a mí, la Infanta me da exactamente igual y no creo que me pregunte.

Pero como la Infanta es la hija del Rey de España y todo el daño de imagen que se está haciendo al Rey, a la Monarquía y a España con este tema sí me afecta, creo que debería bajar en coche y evitarnos el bochorno de ver cómo mucha gente expresa su malestar, más que razonable ante esta persona, que si bien se lo merece, no lo debemos permitir por lo anteriormente expuesto.

Más, si tenemos en cuenta que llevamos protegiéndola cuarenta y tantos años por ser la hija del Rey, con la pasta que nos cuesta, así por el bien común, espero que baje y suba en coche la rampa. Por otro lado, según me han dicho, gente bien informada y con conocimientos sobre los temas que se juzgan, la Infanta en cuestión no va a ser condenada en ningún caso, porque lo que se tiene contra ella, no es gran cosa ni en lo fiscal ni en lo penal, pero sí que tiene una gran responsabilidad moral en el daño que ha hecho a su familia y a lo que representa, pero este daño ya está hecho y únicamente se debería solucionar apartándola de toda representación oficial que tenga y pudiera tener en el futuro.

Por otro lado, entiendo el cabreo y exasperación de los vecinos del Gamonal, aunque creo que están confundidos. Confundidos, ya que de los dos años que lleva el PP en el Gobierno, una de las cosas que más han afectado al empleo y a la situación económica de muchas empresas y autónomos ha sido la paralización de la obra pública y de mucha inversión del Estado en actividades económicas, con el fin de ahorrar en gastos para el famoso déficit. Y que se recupere es bueno y necesario.

Si bien la obra puede ser más o menos beneficiosa para el barrio, al hablar de más de 8 millones de euros, para hacer un bulevar y un aparcamiento, cualquiera de los miles o millones de personas que lo estamos pasando mal en estos tiempos, puede sentirse cabreado y la sola sospecha o el rumor de un manejo más, de nuestros políticos, ha hecho saltar el descontento y la revuelta más o menos popular, tipo las revueltas del pan de siglos anteriores.

Y Burgos señores, es el corazón de España, y eso da miedo de verdad, no son los proletarios manipulados del nacionalismo vasco y catalán, no, que creen que son secesionistas o no, según se lo hagan creer los dirigentes/caciques del Estado que les hacen creer que son otra cosa. En Burgos, los proletarios, obreros, comerciantes, trabajadores o lo que sean son tan españoles como Rajoy y si salta no salta una provincia con sus caciques, si no que salta el propio Estado por los aires.

Así que, la decisión del Ayuntamiento de dejar la obra para otro momento, no ha sido una mala idea, sino la prueba del poder real que tiene el pueblo cuando realmente está cabreado y lo está y lo estamos, y así debíamos de estar cabreados cada vez que nos suben el IVA, nos suben los impuestos, derrochan nuestro dinero o nos roban descaradamente.

Por último, me alegro de haber visto el miedo en el cuerpo de nuestros representantes, me alegra saber que el pueblo español sigue existiendo y no compartiendo exactamente la protesta o la manera, comparto plenamente la exasperación de los ciudadanos de Burgos y de Palma de Mallorca.