Y dicho lo anterior, voy a decir en lo que estoy de acuerdo con lo que he oído de los manifestantes y campistas en los medios de comunicación.
Estoy de acuerdo con que hay que reformar la ley electoral, porque un voto tiene que contar como un voto, sin depender de dónde vivas para que cuente más o menos, estoy de acuerdo con que se haga una separación real de poderes que permita una democracia justa y no este chalaneo constante en las sentencias según quién gobierne.
Estoy de acuerdo en que es para estar indignados y cabreados por la situación económica en general y por algunas de las soluciones que se han dado, como salvar a los bancos y a las cajas, con nuestro dinero, a cambio de que los bancos y las cajas compren deuda pública que encima les va a ser más rentable que prestárselo a los empresarios y ciudadanos en general.
También estoy de acuerdo en que no haya corruptos en la política y que no haya listas con ellos, que tengan que devolver el dinero, que haya listas abiertas, más democracia interna en los partidos políticos, que no se les subvencione con dinero público si no con donaciones privadas que sean de conocimento público.
También estoy de acuerdo con que las hipotecas sean garantía de los préstamos y no que se malvendan las casas y encima se siga debiendo al banco.
Pero no estoy de acuerdo con ocupar las plazas de esa forma, ni con ese sistema asambleario, que si alguien no ha visto cómo funciona lo voy a explicar según lo he visto yo, con muchos de los que están en la Puerta del Sol, hablan los más gallitos, cuanto más radical más aplausos, lo que puede parecer un grupo de individuos son uno o dos grupos mayoritarios organizados, con su dirección y consignas, cuando hay alguien que abiertamente está en contra de lo mayoritario o no se le deja hablar o cuando habla no se le escucha, muchas veces les sacuden o les invitan a abandonar la asamblea después, estos jóvenes pacifistas con pinta de matones de Mad Max.
Las conclusiones las redactan estos mismos grupos mayoritarios y muy habitualmente desde el principio hasta el fin está planificado todo, aunque aparezcan con imagen de almas cándidas que opinan libremente y espontáneamente.
Los verdaderos líderes, rara vez dan la cara, es más fácil pasar como uno más, la financiación de estos grupos es más que oscura, la radicalidad es su forma y su fin, en ese estado de cosas viven, pero de cara a futuro, solo los jefes sacarán algo $$$, un puestecillo o así en claro, los demás seguirán indignados, muchos acabarán como juguetes rotos con pintas infames y pretendiendo encontrar un puesto de trabajo en donde no importe llevar catorce pendientes, pelos de rastafari, tatuajes portuarios y vista torcida, mientras le dicen al entrevistador que es un capitalista de mierda, un explotador hijoputa, y si no, con suerte funcionario en una ventanilla de 8 a 14 horas con 1 hora de desayuno y los preceptivos descansos varios y vacaciones. Hay alguno que incluso acaba de jefe en la empresa de papá, eso si que es chachi.
Luego, cuando dicen que todos los políticos son iguales es cuando va a gobernar un partido de derechas, pues cuando han sido los suyos, los socialistas y comunistas, a los que han votado casi todos, no han dicho ni mu, por eso dudo de su honestidad y de los fines reales que persiguen, y por eso aunque puedan decir algunas cosas en las que estoy de acuerdo, no es más que populismo para ganarse apoyos que les den cobertura para imponernos una y otra vez, las mismas políticas de izquierda que fracasan una y otra vez, y que si pudieran nos llevarían una vez más a la dictadura del proletariado que tan buenos resultados ha dado anteriormente en la URSS y demás satélites, dejando millones de asesinados, millones de hambrientos, millones de pobres y ni una libertad más.
