lunes, 26 de enero de 2009

Antisemitismo y política nacional

Jean Paul Sartre, tiene un libro llamado Reflexiones sobre la cuestión judía (Barcelona, Seix Barral, 2005) escrito en 1944, que tiene bastante interés, en él hace una crítica a los antisemitas franceses, pero vale para cualquiera, en un momento en el que todavía no era conocido el Holocausto y todavía no se había creado el estado de Israel, por lo cual la crítica no tenía las connotaciones actuales, eran unas consideraciones sobre la mentalidad de dichas personas, como la comparativa que quiero hacer respecto de los votantes de izquierdas y sus medios como PRISA, que con generalizaciones absurdas y contradictorias pretenden imputar una maldad intríseca a Esperanza Aguirre en concreto respecto de la noticia de los espías o a toda la derecha en general, con la Ley de Memoria Histórica o con las habituales afirmaciones del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

En este libro se dice que "cuando se acepta reprochar a los nietos las faltas de los abuelos es porque se tiene de antemano un sentido muy primitivo de las responsabilidades".

También dice que "El antisemitismo es una libre y completa elección personal, una actitud global que se adopta no sólo respecto a los judíos, sino también respecto a los hombres en general, a la historia y a la sociedad: es al mismo tiempo una pasióin y una concepción del mundo."

"El antisemitismo es un intento de sublimar la mediocridad como tal a fin de crear una élite de los mediocres", mediocridad que no les avergüenza, únicamente temen parecer ridículos, evitando entonces el raciocinio y los argumentos, pero asumir su mediocridad no les hace ni humildes, ni modestos, eligen lo irremediable por miedo a su libertad, mediocridad por temor a la soledad. "Todo antisemita es [...] el enemigo de los poderes fácticos, aspira a ser el disciplinado miembro de un grupo indisciplinado", "quiere provocar el desorden político, para restaurar el orden social, y que ese orden social reviste para él los visos de una sociedad igualitarista y primitiva de yuxtaposición."

Sartre define la mentalidad del antisemita como "un espíritu de síntesis", donde el judío "es maligno en su totalidad", "no desmenuza los conjuntos, sino a través de las funciones económicas", con una "perspectiva maniquea", donde "no se trata de un conflicto de intereses sino que el Bien consiste ante todo en la destrucción del Mal". "Bajo su amargura yace disimulada la creeencia optimista de que una vez eliminado el mal, la armonía se reestablecerá por sí misma".

Bien estos fragmentos podrían perfectamente ser aplicados a gente actual que cree no estar alineado en política más que por su adhesión sentimental a una Izquierda, donde la derecha sería el mal absoluto (especuladores, clasistas, racistas, capitalistas, explotadores, etc,...), donde ellos se pueden suponer por encima, por ser de los buenos, y donde su responsabilidad individual en sus actos brilla por su ausencia, lo curioso es que actualmente aparte de eso, siguen siendo antisemitas.

Por otro lado, pese a los deseos de los "judíos" actuales por integrarse, por ser más "simpáticos" como el PP de Rajoy, da igual porque son malos en sí mismos, hagan lo que hagan, dándose el caso, como la actual polémica sobre los "espías madrileños", que aparte de malos se espían a si mismos ¿por qué? nadie lo sabe, es lo de menos, no hace falta racionalizar el absurdo, solo genera más sentimeinto de odio y de rechazo si cabe, y en el fondo, como en otras muchas cosas, grupos reales de interés, que quieren conservar su carguito o mejorarlo como nuestros "amigos" del PSOE, los artistas o IU, y los intereses de una empresa (PRISA) que depende de los tejemanejes de CAJAMADRID para sobrevivir, y quiere debilitar a todo el que pueda hacerle daño, dando a diestro y siniestro inventando o difamando, sabedores de la mentalidad de sus huestes, que curiosamente coincide con esta visión que hace Sartre de los antisemitas.