viernes, 8 de mayo de 2009

¡Qué invento! ¡un libro!

Estos días, como todos, se comentan cosas, la verdad, vivimos en un mundo extraño, a principios del siglo XXI, siguen existiendo criminales que creen que matan en nombre de la lucha social como esos del GRAPO, que veían en una pareja dueños de una ETT (que no es más que un servicio de búsqueda de empleo), a los enemigos del proletariado, vemos asaltando el Salón del Automóvil de Vigo a unos trabajadores dirigidos por los sindicalistas (tan desfasados como subvencionados)que no se dan cuenta que esa feria está para vender los coches que ellos fabrican (que si no se venden ellos van al paro), pero que absurdamente ven en esos fastos a sus explotadores, los muy tontos, por otro vemos asesinatos absurdos de bandas de inmigrantes que consideran que sus enemigos son otros inmigrantes, pero que no se dan cuenta cuando les están haciendo una ley educativa autonómica que les reduce a analfabetos, por hablar solo castellano (una de las tres principales lenguas del mundo: inglés, chino y español), tan absurdo como que los hijos de los inmigrantes castellanos, extremeños y andaluces se crean y voten nacionalista.

Y dentro de las cosas que se comentan en los medios es sobre el libro digital, el nuevo Kindle DX de Amazon, una pantalla algo menor a una hoja din A4, que según he leído será el futuro de periódicos y libros en 2015, el 50%, según dicen, pero yo no me lo creo y estas son mis razones.

Por un lado, tenemos al libro tradicional, unos voluminosos y otros de bolsillo, los últimos son transportables, en el espacio y en tiempo, los primeros duran siglos, los otros algunos también, no necesitan pilas, ni baterías, ni cables, ni banda ancha, los pagas, los robas o te los prestan y ya están absolutamente completos, ahora solo hace falta haber elegido un ejemplar correspondiente a tus intereses, en el idioma que sepas leer y ya está, perfecto, para leer en la cama, en la biblioteca, en el parque, en un hotel, en el metro, en una parada de autobús, donde quieras. La elección puede ser casual o por recomendación o atendiendo a los signos externos que te auguren interés: un autor, un título, una colección, la editorial, las primeras páginas o la contraportada, quizá quieras aventurarte en algo desconocido o seguir sobre lo que te interesa en ese momento: un tipo de novela, una época, un tema, cada uno con su género: ensayo, poesía o novela.

Es verdad que acumulan polvo, ocupan mucho espacio, cuando son muchos, se estropean y amarillean con el tiempo, se pueden mojar (aunque arrugados sobreviven y se pueden leer), no creo que ocurra lo mismo con el libro digital, aunque es verdad que es sugerente tener el acceso a miles de libros, y al periódico, quizá veremos a los acérrimos de El País paseando con la portada de su diario digital bajo el brazo con el cachivache encendido para que todo el mundo vea que son progres fetén de la mañana a la noche, o a los estudiantes de Filosofía paseando la portada de la Crítica de la Razón Pura de Kant o quizá veamos forrado y plastificado el libro digital en los escolares, con protectores de goma para que no se rompa al caer, y al final de curso, hagan una gran fiesta donde le den al SUPRIMIR/DELETE conjuntamente, o quizá con el nombre puesto por sus madres JAVIER DIEZ 2ºA, o ya tengan gps y url identificativo, donde el profesor compruebe si has entrado en el libro y hasta que página has llegado, conectado desde su despacho, y al día siguiente preguntarles por el argumento, mediante un comentario de texto, adjunto con copiar y pegar después de haber pagado el CANON a la SGAE, con un control de menores que te elimine las páginas más sensuales de una novela o quizá las ideas más inconvenientes para el chico que vive en la comunidad autónoma independizada por medio de una censura que elimine las referencias a ESPAÑA, y mientras como en la película de Truffaut "Farenheit 451" basada en el libro de Ray Bradbury, habrá los hombres y mujeres-libro que se esconden de los bomberos que destruyen bibliotecas, con el Quijote recitado, o quizá la Historia de España de Menéndez Pidal o Historia de las Ideas Estéticas de Menéndez Pelayo, como cúlmen de la ciencia ficción.

También nos esconderemos de la sociedad que nos mirará mal, las gafas nos delatarán, o quizá un escáner podrá saber lo que has leído, convirtiéndote en un delincuente donde el Gran Hermano y la policía del pensamiento te vigila como en 1984 de Orwell, o quizá no haga falta porque estaremos felices tomando soma, como en Un Mundo Feliz de Huxley. O quizá no es para tanto, y se irá reduciendo al individualismo, a la soledad de la lectura, a veces superada con las coincidencias literarias con un amigo o con un artículo de un periodista o escritor admirado o con un programa a las 2 de la mañana de Dragó, o quizá sea Iker Jiménez el que se encargue de darnos a conocer los secretos del Más Allá, de los extraterrestres como hizo en un programa con don Marcelino.

La noticia es acojonante, han inventado ¡el libro!

pd: Lo más parecido al Gran Hermano que tenemos en España son Hacienda y la SGAE, esa sociedad que antiguamente protegía a los autores y que ahora acumula cobros por ferias y pueblos, por bodas y bares, en tu casa buscando lo que descargas y lees, oyes o ves, cobra por todo y a todos, lo que no entiendo es cómo acumula tanto dinero, ya que si lo que hace es recaudar el dinero correspondiente a los autores ¿cuál es su comisión? ¿un 99%? ¿quiénes son sus asociados? ¿cuánto cobra cada uno? ¿el concepto está detallado? ¿pagan impuestos por ello? ¿cuántos trabajan para la SGAE? ¿Cómo trabajan? ¿qué autoridad tienen? ¿hay una lista de asociados, para no escucharlos, leerlos o verlos si no queremos pagarles dinero a esta gente? ¿no? ¿Todo la obra intelectual en España es de Victor Manuel, Ana Belén, Ramoncín, Fran Perea? ¿del tal Teddy Bautista que nadie conoce nada suyo que haya escrito o compuesto o qué? ¿Seguro? ¿Me estaré metiendo en un lío con la policía del pensamiento de Zapatero? ¿Sí?

addenda: ¿cuándo el cantante de la orquesta de chunda-chunda equivoca la letra de una canción y los músicos no se acercan al sonido de lo que interpretan hay que pagar derechos o realmente es una obra original? ¿Cuando la letra se sustituye por un na, na, naaaaaaaa! es realmente justo cobrar eso como derechos o más bien como multa? ¿Si los invitados están tan borrachos que apenas se enteran de nada se considera que se está interpretando la música en público? ¿Si las descargas las hace mi vecino adolescente que me piratea el ordenador debo pagar los derechos o exigir los mios? ¿Tener que escuchar a Victor Manuel y Ana Belén versionados o en directo hasta las 5 de la mañana desde mi cuarto no se considera tortura, no deberían ser ellos los que me deberían pagar a mí? ¿Se puede borrar del recuerdo haber visto y oído a Fran Perea, no debería tener ayuda psicológica sufragada por la SGAE en ese caso? ¿Ver a Concha Velasco hacer de jovencita otra vez, no es más que una interpretación, un ejercicio propio de abstracción o de imaginación creativa? ¿A quién se paga entonces?