lunes, 4 de junio de 2012

El valor de España

¿Dónde está? ¿Estará en el compromiso y lealtad de los funcionarios? ¿En el buen funcionamiento de nuestras instituciones? ¿En el ejemplo y honradez de la clase dirigente? ¿Estará en la justicia de los salarios y remuneraciones y en su justa distribución? ¿En la conciliación familiar? ¿En nuestra cultura emprendedora? ¿En nuestro respeto a la tradición? ¿En el fomento a la investigación técnica o humanística de la que hacemos gala? ¿En el cuidado que hacemos de nuestro patrimonio histórico artístico? ¿En la justicia de la ley? ¿En unos medios de comunicación al servicio de los ciudadanos?

Si la respuesta es no, sigue leyendo.

El valor de España está, por si algún cretino de dirigente no lo sabe, en los españoles de a pie, en esos que un dos de Mayo de 1808, defendieron el honor y la dignidad de un país invadido y claudicante por tener unos dirigentes débiles y cobardes, como ahora, en esos españoles que van trabajar sin dinero ni para el café en el bolsillo, en esos autónomos que tratan de vender confianza y futuro pese a la que está cayendo, en esas amas de casa que hacen de la compra un arte, en toda la gente, que pese a estar pasándolas canutas opta por vivir y trabajar con ánimo, resistiendo la crisis y los envites de un mercado que ha cogido carne, débil, acomplejada, y que desde Sitges, nos dice: que nos fiscalicen más.

¿Por qué? por ná. ¿Hay alguien en España que pueda decir que nos salimos HOY del euro? ¿Hay alguien que les diga a los alemanes que el euro es una palabra griega, que es solo un viento del norte para los mediterráneos, al que se le contrapone el Céfiro? ¿Hay alguien que toque el tambor? El del Bruc. ¿Alguien que saque la navaja? de Albacete ¿las espadas? toledanas. ¡Despierta Ferro!