viernes, 7 de febrero de 2014

Investigación en España

Según la RAE el talento es inteligencia, capacidad de entender, es aptitud, capacidad para el desempeño o ejercicio de una ocupación. Es una persona inteligente o apta para determinada ocupación.

El otro día vi el programa de Samanta Villar (Conexión Samanta) que dedicaba a la investigación científica en España, y la impresión es, que como no hay continuidad ni en la inversión, ni realmente sensibilidad para ver la importancia de la actividad investigadora, pese a tener mucha gente con talento, las personas y los recursos empleados para desarrollarlos como investigadores se van al extranjero constantemente, y los pocos que se quedan investigando aquí, lo hacen en unas condiciones muy precarias. La mayoría desisten y solo unos pocos consiguen permanecer como investigadores, por lo que el resultado es mucha gente frustrada.

Sin querer hacer de mi caso una generalidad, cada uno elige según su vida, mi experiencia personal es parecida a lo que se contaba, aunque mi ámbito de estudio era la Historia. Por lo que las oportunidades eran mucho menores, las becas las obtenían unos pocos de gente muy buena y los que tenían un buen padrino, o ambas a la vez en algunos casos, yo no era de ninguno de esos grupos, así que iba por libre.

Acabé la carrera, hice los cursos de doctorado, una investigación previa a la tesis con lo que obtuve el DEA (Diploma de Estudios Avanzados), que antes se llamaba suficiencia investigadora y con la tesis estuve unos años, que no finalicé por varios motivos, entre ellos: de qué vivir mientras hacía la tesis era uno de ellos, sobre todo los últimos meses requieren dedicación total que yo no tenía, la proyección futura fue otro motivo porque no lo veía nada claro, ya que existen unos años intermedios entre la finalización del doctorado y el acceso a una plaza de profesor/investigador que era difícil de superar sin recursos económicos, por las mismas razones antes comentadas y por la inexistencia de un verdadero apoyo a la actividad a nivel personal y académico (siempre tengo envidia “de la mala” al leer en cualquier investigación anglosajona los agradecimientos, aunque he visto que en España en algún caso se está o estaba subsanando).

Por último, por razones personales como la excesiva amplitud del estudio elegido y cierta falta de método y seguridad en mí mismo y porque tampoco quería irme al extranjero y quería tener una familia y una vida “normal”, que la actividad investigadora no te permite en la mayoría de los casos como se vio en el programa de Samanta y sé de los que aún siguen con ello. En España, no se investiga como actividad sino que se es investigador, algo parecido a un monje cartujo, cosa que no soy.

Pero dejando aparte mi experiencia personal, me preguntaba por qué no había en España esa claridad a la hora de usar los presupuestos que expresaba un entrevistado por Samanta, el Dr. Pellicer, donde las tres prioridades obvias que debía tener un Estado eran sanidad, educación e investigación, y me he metido en la página del Congreso de los diputados a ver quién nos dirige y viendo sus perfiles es fácil explicárselo.

En una muestra de un tercio de los diputados, el perfil más abundante de nuestros políticos es licenciado en Derecho (47%) o en Económicas (11%), funcionarios, muchos de ellos (30%), políticos profesionales cercanos a la mayoría absoluta (50%), considerando que ese 30% de funcionarios no sean políticos profesionales también, que entonces la mayoría es abrumadora, y del resto de perfiles (32%), en formación solo un 2% eran médicos, otro 2% ingenieros, un 4% maestros, el resto, otros estudios como Filosofía, Veterinaria, Filología o Historia, y el resto diverso, pero sin formación académica superior reglada.

En cuanto a su actividad profesional el restante 20% se reparten en abogados, una parte pequeña que se define como empresarios y algún empleado del sector privado. Los perfiles más variados corresponden generalmente con las formaciones políticas pequeñas. Mientras los dos grandes partidos se componen de la forma descrita en el párrafo anterior.

Como vemos, en toda esta gente, salvo los profesores universitarios, ninguno está cerca de la investigación, y teniendo en cuenta que la mayoría de estos profesores son de Derecho (y que me temo que muchos se han sacado la plaza a posteriori, desde la política, al estilo Zapatero), la investigación científica, ésa que desarrolla estudios de laboratorio, que patenta inventos, que hace avances en conocimientos para la Humanidad, que genera tecnología y tal, no está representada y probablemente no es ni conocida su actividad por parte de quien dirige los presupuestos y legislaciones de nuestro Estado. Otro apartado sería la divulgación científica, que salvo Redes, que creo que lo han quitado de la programación, apenas existe en España.

Y una vez más, aunque parezca reiterativo, vemos como el problema que tenemos se debe en gran parte a la formación y composición de los partidos políticos, de la elección de sus élites, que tiene un perfil burocrático que se erigen en un poder tecnocrático, donde la burocracia del Estado se ha hecho con el poder de las instituciones democráticas y donde unas oligarquías se reparten la representación de la ciudadanía.

Y esta oligarquía confunde lógicamente (cada uno va a lo suyo) el interés general con el propio.

Y estas puertas rotatorias que tanto preocupan a los ciudadanos (con razón) entre directivos de grandes empresas y de entidades financieras y sus empresas subsidiarias como despachos de abogados de estas mismas grandes empresas, sociedades de inversión, etc,… y los órganos de poder del Estado, se convierten en un elemento pernicioso que impiden el interés general, fomentan la percepción errónea de la realidad del país, fomentan la corrupción política y moral de nuestra sociedad e impiden el progreso hacia una sociedad libre.

¿Cómo cambiarlo? No lo sé, espero que con la entrada de nuevos partidos con gente nueva, decente y en parte fuera de este círculo pueda regenerar nuestra vida política y que con ese cambio se puedan producir reformas para conseguir tener algún día una estructura potente en investigación, que nos convierta en un país puntero, y mientras tanto, la sociedad civil a quedarnos con las migajas, vendiendo paellas, sol, playa, que como dice el aforismo: El sol sale para todos.