martes, 1 de abril de 2008

Roles y "targets"

1 de Abril, comienza la novena legislatura y en España, se siguen olvidando fechas, héroes, hazañas. Pero nunca se olvidan derrotas, fracasos, crueldades, somos así.

Dentro de los olvidos y recuerdos, lo peor de España son las confusiones. De roles y de objetivos. Federico Jiménez Losantos no se presentó a las elecciones generales, su rol de comunicador, de líder de audiencia entre el target (público objetivo) de votantes de derecha, no le convierte ni en líder de la oposición, ni en un político, ni le obliga más que a gustar a sus oyentes, que le siguen fielmente, así como a interesar, opinar en función de las exigencias de su audiencia. Jiménez Losantos, en su programa La Mañana, en la Cope, opina diariamente desde unos valores políticos liberales, de los que hace gala y proselitismo, del cual yo he aprendido mucho, incluso para formar mi identidad política, coincidente en gran medida con el turolense, basándose en valores como la libertad individual, la igualdad de oportunidades, igualdad ante la ley, en fin, conceptos sencillos.

Es posible, que dentro del target de la audiencia de F. Jiménez Losantos, estén gran parte de los afiliados al PP, y en general lo que se entiende por derecha política, así como todo profesional de la política o los medios de comunicación, por su gran influencia. Pero ello, no le obliga a seguir ninguna posición ni de lo políticamente correcto, ni estar sujeto a ninguna disciplina de partido, del que no forma parte, sino que al contrario, como ciudadano, como votante, como parte o crisol de una opinión pública, puede y debe exigir a los políticos que cumplan con su palabra, puede y debe dar su opinión libremente, ese sencillamente es su rol: interesar, entretener y generar opinión pública.

El rol de Mariano Rajoy, como presidente y candidato del PP a las elecciones generales es liderar un partido político, proponer unas acciones de gobierno, que superen o mejoren lo hecho anteriormente, más si quien ha gobernado son los adversarios políticos, distantes en posiciones políticas en gran parte de los temas, concitar ilusión, confianza, comunicarlo y buscar votantes, y a ser posible ganar las elecciones. Cuando se pierden, todo el mundo es libre de analizar los resultados, la directiva del PP, Federico, los oyentes de la Cope, de la Ser, los votantes o los no votantes, o de quien sea.

Pero al final, la conclusión por parte del PP, no puede ser que la culpa es de los que han opinado que la campaña estuvo mal hecha, que el candidato ha sido flojito, que la comunicación, pese ha tener elemento buenos, ha sido ineficiente, tienen la culpa de la derrota del PP. Porque los que se han presentado a las elecciones son ellos y los que han perdido también son ellos.

Si creen que criticando a sus bases les va ir mejor, "van daos". Que yo, es lo que creo. Si quieren no generar recelo, tendrán que buscar y acertar mejor con los "targets", no generar recelo en los votantes realmente existentes, porque lo mismo, pierden a unos y otros, no se sienten a gusto con su partido, que se vayan o se irán los votantes.

Gallardón, al mantener una guerra personal contra Federico, confunde roles, públicos objetivos y objetivos. Ganaría votos si se presentara por el PSOE, pero aquí no sólo pierde votos sino que pierde cualquier ascendente en el partido al que pertenece, basado en su bases y votantes, no en sus cargos y carguitos. También Rajoy, empeñado en seguir una línea que no entusiasma más que a El País.

El PSOE, por su parte, confuso en su rol de gobernante, empeñado en pedirle esfuerzos a la oposición, que no tiene por qué hacerlos, sino oponerse, por supuesto guardando las leyes, nada más. Acertando más en "targets" y objetivos, gobernando y ganando las elecciones, el PP, no.