jueves, 10 de abril de 2008

Cuaderno de viajes XI

Málaga, gran ciudad, bonito centro, buenos bares y restaurantes, ahora está el Festival del Cine Español. Muy bien. Gente agradable, la calle Larios, no olvidéis ir a la feria de día en Agosto. A los toros en la Malagueta, a la playa. Pescaíto frito, vinito, olé.

Málaga es una ciudad muy pujante, con un gran puerto, muy abierta a los de fuera, pero con encanto propio, con el Castillo de Gibralfaro, de base fenicia, el palacio episcopal y la catedral, y el Museo Picasso, dedicado al pintor, a su obra, y también hay que ver los bajos del edificio, importantes restos arqueológicos.

Si nos vamos a la sierra, Ronda, con su plaza de toros, la bajada por dentro de la roca en el aljibe árabe, el puente, unas vistas excepcionales, en el parador. Si nos vamos a Ronda La Vieja, veremos Acinipo, el yacimiento mixto fenicio y autóctono, luego romano más imporante de Andalucía Oriental. Todo lo que se ve son montones de piedras, pero el teatro romano está en pie y hay que verlo, qué vistas, cómo ha cambiado todo, para no saber qué es lo que harían ahí hace tantos años.

Pero Málaga tiene mucho más, Marbella, bonito casco histórico, con los glamourosos marbellíes, muchos honrados, otros no tanto, con el Puerto Banús, los árabes, sus barcos, con las mujeres tapadas que van detrás, qué mal rollo. Tiene Estepona, buenas playas, el Rincón de la Victoria, con los espetos, las barcas, Torremolinos, buenas tiendas, buen marisco, en fin, muy agradable. Y muchos pueblos más. Lo peor, que se han construído demasiadas casas, lo mejor la vida alegre que se respira, es una ciudad bonita y agradable, buena gente. Málaga va bien.