miércoles, 27 de mayo de 2009

Tertulia desde la cárcel

Federico Jiménez Losantos, se enfrenta cada día a más enemigos, entre ellos se cuentan lo más granado de la política tanto de izquierdas como de derechas, agravado por su marcha (o expulsión) de la COPE, que ha cedido a las presiones y a la aceptación de múltiples querellas por parte de los jueces, que parece que tienen más interés en su caso que en otros de más gravedad (más fianza que a los asesinos de la niña de Sevilla), lo que hace pensar que cada día es más difícil en España críticar al poder y a los políticos, con lo que conlleva de recorte del derecho a la libertad de expresión, de recorte al control del poder, de retroceso democrático con vías a convertirnos en una "democracia popular", en fin, una mala noticia más.

Todos los poderosos se han puesto de acuerdo (legislativo, ejecutivo y judicial y hasta el cuarto poder, con Zarzalejos, Del Olmo, Prisa, Cuatro, la Sexta, ¿la COPE?, etc,...). Y él en vez de responder con la misma moneda, a base de querellas (aunque no dudo que las perdería aunque fuesen iguales las injurias), sigue resistiendo desde la libertad de opinión, sin caer en el lenguaje "políticamente correcto". Desde aquí mi ánimo y admiración.

Así todos los medios serán tan relamidos, cursis y peloteros como la SER, con el estilo facilón de Gemma Nierga, o mediastintas como Ondacero, con el estilo charnego agradecido de Julia Otero, o directamente del régimen nacional-socialista como la entente pública o privada de medios televisivos, sea con el estilo feroz ante la oposición, claro, y chupaculos, con el poder izquierdista, claro. como el de Wyoming, buenrrollista como Buenafuente, beatífico como Sardá, falsario como El País, torticero como TVE, y sino huelga en Telemadrid, apagón hasta que se pueda alabar a a Zapatero.

Quizá en el camino que llevamos, Federico hará su programa desde la cárcel, aunque si sigue teniendo el éxito actual, no tardarían en fusilarlo o aplicarle la ley de fugas, porque estos supuestos antifranquistas, de libertad saben bien poco.

Pero seguid votando buenrrollistas que todavía se puede llegar a la dictadura del proletariado, y entonces podremos ver cómo se las gastan, como se hacía en la URSS, ¡viva el buen rollo!