lunes, 3 de marzo de 2008

Las víctimas como valor

Las víctimas del terrorismo, tienen un valor diferente, no son víctimas de accidentes, de la mala suerte, son víctimas de la sociedad, podíamos haber sido cualquiera, de hecho, cuando los terroristas atentan contra una ciudad, sea Londres, Madrid o Nueva York, intentan doblegar a la sociedad occidental democrática, intentan hacer una prueba de fuerza, y sobre todo lo que buscan es poder, poder sobre la ciudadanía que buscan sojuzgar.

ETA sobre todo busca amedrentar, asustar a sus conciudadanos del País Vasco, para conseguir el poder, el poder de la calle, de los votos en las urnas, de hacer huir a los que disienten, de matar a los que se significan o significan algo, por eso atenta en Madrid o en Sevilla o en Málaga, para dar sensación de poder.

El terrorismo fundmentalista islamista, busca la sumisión pero no a Alá, sino a un estúpido líder de una secta de asesinos como Bin Laden, para imponer su poder en un mundo islámico para que no se modernice, para que las mujeres no tomen actitudes como las occidentales, para que la libertad de pensamiento no llegue a esos países y esas personas con esa religión. En el caso del 11-m, la intencionalidad política era tan evidente como en otros casos, quizá no la personalidad de los autores, en cualquier caso, los terroristas siempre pugnan contra la libertad, contra la ley, contra las sociedades de donde proceden y contra las que atentan.

Evidentemente, las víctimas tienen un valor político, un valor moral de la sociedad, si se resiste contra el terrorismo, si no, se las ningunea, como ha ocurrido en muchos casos.

En España, la AVT, ha conseguido que este valor moral sea oído, sentido y temido, por los que las querían hacer moneda de cambio de mercadillo, ahora, muchos estúpidos, creen que las víctimas son un valor partidista, haciendo sus asociaciones a medida, y es precisamente, lo no partidista, lo que las convierte en un valor moral para la sociedad, también político, en cuanto que nos afecta a todos.

Sobre las otras víctimas, sean de accidentes, de asesinatos por sus parejas, por la droga, o por cualquier otro asunto, también tienen un valor político, ya que de cómo solucionen nuestros gobernantes estos problemas, de cómo legislen para castigar a los responsables, de cómo eduquen en las escuelas, de cómo repriman a los apologistas y traficantes, en cualquiera de sus fases, de cómo eviten la existencia de puntos negros, tan peligrosos como recurrentes, también estará el valor moral de nuestra sociedad. Quizá perdemos muchos esfuerzos y mucho tiempo, en tratar chorradas como la memoria histórica, como la alianza de civilizaciones, cuando no sabemos, no podemos darle el valor político y moral a nuestras víctimas y tienen que ser ellas, desde sus tumbas, desde el dolor de sus familias, quienes lo reclamen.

Y en cuanto a la guerra de Irak, no sé cuántos han reparado, que los terroristas de hoy, son los mismos que gobernaban hasta hace unos años en el país, como ellos mismos lo declaran, haciendo evidente, que pese a no ser apetecible, quizá hay que librar guerras no deseadas, como en Afganistán, como en Yugoslavia, como la II Guerra Mundial contra los nazis y otras muchas, y aunque las ganemos, no siempre ganan los buenos, porque las guerras, sacan lo peor de la humanidad, pero también tienen un valor político y moral, pese a que a veces, las rentabilizan los mismos que las promueven.

Y las víctimas de la guerra, por supuesto, también tienen su valor, los inocentes, en cuanto, desvalidos, pero todos, todos, somos responsables. Responsables de nuestras decisiones, de nuestras opiniones, de nuestras acciones y dejaciones. La responsabilidad no deja de estar presente, cada uno en su nivel, pero todos responsables.

Tolerancia y cortesía

En una semana, nuestra vida va a seguir más o menos igual que ahora. La política no nos puede paralizar. La vida para mí es bastante más importante, tiene un gran componente de sociabilidad y eso es lo más grave de lo que nos está ocurriendo. Votemos lo que votemos cada uno, la sociedad debe estar cohesionada, debemos querer tener vida en común, cada uno vota pensando en que es mejor para uno mismo y la sociedad en la que vive, nada más.

La cortesía, la educación, la tolerancia hacia los demás es mucho más importante, trabajar, vivir y pensar civilizadamente también. Tolerancia que consiste en aceptar al elemento contrario, como valor moral, en la capacidad de aceptar al que no piensa como nosotros y cortesía como buenas maneras, para hacer que todos nos encontremos relajados y cómodos en sociedad.

Entendemos por sectarismo, a modos de vida que no aceptan al otro como igual, sino como personas inferiores, en el mejor de los casos, a veces ni siquiera seres humanos, y creo que tampoco es eso. La mayoría de la gente quiere vivir en sociedad sin más. Sólo se trata de elegir entre las diversas opciones dentro de un mismo sistema de convivencia.

Basándonos en la Constitución, como norma superior, que garantiza la libertad de pensamiento, de religión, de opción sexual, la igualdad ante la ley, y qué normas desarrollan esa ley. Una nación, que se organiza en estado de las autonomías, reguladas por estatutos, mediante un sistema parlamentario, donde el Jefe de Estado es el Rey, que propone al partido más votado formar gobierno, ese presidente del gobierno, elige sus ministros, que el parlamento acepta para desarrollar la actividad ejecutiva, la legislativa, el parlamento, el poder judicial, independiente, garantiza los derechos de los individuos, de los grupos y demás siempre que se atengan a los principios de la Constitución. Lo demás es filfa. Organismos de control, que limitan el poder legislativo como el Tribunal Constitucional, que deben estar para evitar los excesos del poder legislativo, protegiendo a la minoría, aunque sea mayoritaria. Y nada más. El resto del tiempo a trabajar, estudiar, vivir, gastar, ahorrar o protestar, pero siempre bajo la legalidad. Y punto, nada más.

Hagamos de la vida, de nuestra sociedad un lugar mejor, y si no nos gustan los demás, con un poco de cortesía y educación, lo tendremos dominado.