miércoles, 23 de abril de 2014

Abriendo puertas a otros mundos

Muchas veces, en programas de misterio como Cuarto Milenio, se habla de "las puertas a otro mundo" y de la vida más allá de la muerte y resulta sugerente e interesante, incluso da miedo en algunos casos: fantasmas que nos hablan, otros planos de percepción, objetos mágicos, mensajes encriptados, y estaba pensando que todo eso, a diario, lo tengo yo, y no es que me esté volviendo loco, ni un médium, ni que haya conocido a las embrujadas, no, yo simplemente leo libros.

Cada vez que abrimos un libro estamos ante un mensaje codificado de una persona o de varias, y muchas de esas personas son personas que han vivido hace 3000, 2500, 2000, 1500 o 500 o 100 años.

Algunos están encriptados, algunos pocos son mágicos, muchos son mensajes del pasado, del Más Allá, casi todos son puertas a otro mundo, a un distinto plano de percepción son todos ellos y los elegidos son inmortales que nos hablan.

Así cuando leemos la Biblia o el Libro de los Muertos, el Poema de Gilgamesh, a Tomás Moro, a Erasmo, a Hesíodo, a Heródoto, a Platón, a Aristóteles, a Cervantes, a Shakespeare, a Pío Baroja, a Galdós, a Plinio, a Eliano, a Séneca, a Stieg Larsson, a Agatha Christie, a Agustín de Hipona, a Marco Aurelio, a Plauto, a Aristófanes, a García Márquez, a Manuel Fernández Álvarez, a Manetón y tantos otros, estamos con unos muertos vivientes de hace mucho tiempo o de apenas unos días que nos cuentan, relatan sus pensamientos, sus invenciones, sus investigaciones, su vida, directamente a nosotros.

Pero también cuando leemos a Vargas LLosa, a Markus Zusak, a César Pérez Gellida, a Lorenzo Silva, Donna Leon, a Camilieri, a Noah Gordon, a Eslava Galán, a Pérez Reverte, a Juan Madrid y tantos otros, nos metemos en su cabeza, nos cuentan su visión, nos narran historias.

Donde Don Quijote, Sancho, Hamlet, Poirot, Brunetti, Moltalbano, Bevilacqua,...son tan reales en nuestra vida o más que Rajoy o Zapatero. A veces personajes reales se nos presentan de otra manera ya sean Ramses II, Salomón, Dido, Akenatón, Suárez o Avinareta, entrando en nuestras vidas y cambiándolas.

Recuerdo un artículo de Jaime Campmany sobre su biblioteca, no me acuerdo bien, pero cualquiera que ame los libros se reflejaba en lo que contaba, se refería a los que había leído y conservaba sabiendo que no iba a volver a leer, a los que había comprado o le habían regalado y que esperaban su turno, y a los que no había leído, que había comprado esperando un momento adecuado y que nunca iba a leer, pero que aún así, sin abrirlos cuentan de los deseos, de los intereses, de los anhelos de su "dueño" unidos en una biblioteca.

Estará a punto la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, donde puedes comprar maravillas salidas de bibliotecas deshechas de desaparecidos, y después la Feria del Libro donde aparecerán nuevos escritores, nuevas obras, y se venderán muchos 100 años de soledad...

Acabo con dos frases que he visto por Internet (http://www.julianmarquina.es/recopilacion-de-frases-celebres-sobre-bibliotecas-a-tener-en-cuenta/):

«Las grandes bibliotecas siempre han buscado tanto el futuro como el pasado» (Laura Shapiro)

«He visto que lo más valioso de mi cartera es mi carné de biblioteca» (Laura Bush)