martes, 3 de junio de 2014

Monarquía o República

La noticia de la abdicación del Rey, nos trae un nuevo Rey, Felipe VI, y también nos ha traído, ya desde hace unos años, un debate entre la sociedad española, si Monarquía o República, un debate nada más, porque la Constitución española de 1978 es clara: Título Preliminar, artículo 1.3 (la forma política del Estado español es la Monarquía Parlamentaria) y el Título II (De la Corona), y también es momento de recordarles a los políticos, a los jueces, a los poderes públicos y también a los nacionalistas que conviene que lean un poco la misma, muy interesante.

Y dicho lo obvio, vayamos con el debate, se llama Res Pública a los asuntos públicos y del gobierno de la Nación, por tanto no tiene connotaciones contra la Monarquía, pero en España las palabras acaban siendo contra alguien, y en este caso, se lanzan contra la tradición, contra la Monarquía, y tenemos dos experiencias: la 1ª y la 2ª República, vamos a verlas.

De la I República, la verdad es que nadie se acuerda, cuando se ha estudiado, queda poco, es rollo, rollo, proclamada el 11 de febrero de 1873, cuatro presidentes (Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar), en ocho meses donde hubo de todo (cantonalismo, guerras carlistas, independentistas cubanos, golpes de estado, huelgas revolucionarias,…), después un pronunciamiento de Pavía el 3 de enero de 1874, dictadura del General Serrano, y acabó con el pronunciamiento de Martínez Campos el 29 de diciembre de 1874, que dio fin a tan exitosa etapa.

La II República tiene actualmente muchos seguidores, que debido a lo bien, lo mucho y el interés que se dedica al estudio de Historia en España, no sorprende, pero que convendría repasar algunos aspectos de esa otra etapa exitosa de nuestra Historia, breve, violenta, con ciertos problemas de aceptación, escasos seguidores sinceros, ciertos problemas de legitimidad en su formación, pocas vistas a la integración, uno o dos demócratas en total, lo que al final llevó prácticamente a lo mismo que la edición anterior (golpes de estado, independentismo, terrorismo, huelgas revolucionarias, pronunciamientos militares), pero en esta ocasión acabaría con una Guerra Civil, que si bien traía aspectos del siglo anterior (regionalismo, tradicionalismo,…), pero con innovación. Se innovaba con comunismos, fascismos, bombardeos aéreos, tanques,…y más efectividad en llevar españoles de un lado al otro lado.

Así que visto estos dos buenos ejemplos, lo más razonable es ser republicano, ¿o no? Bueno, razonable no es, pero está de moda, como la bandera con ese color morado, rojo y gualda, que pensó en su día Azaña, para acentuar el centralismo y la preponderancia de Castilla en esta 2 edición y no la chapuza federalista del primer capítulo, acordándose del Conde Duque de Olivares que propugnaba una política unificadora, y que consideraba que el autoritarismo era la única posibilidad de salvación para la monarquía, pues era preciso que los demás reinos contribuyesen a las cargas militares que Castilla sola ya no podía sostener, pero el motín de la sal de Vizcaya, la invasión francesa, la secesión catalana y la independencia de Portugal, junto a la conspiración independentista andaluza, no ayudaron.

Y no sé por qué, pero los problemas son siempre parecidos, pero ahí están y los reyes se suceden, y cuando no es así, les buscamos de nuevo. Algo tendrán, para ayudar a la convivencia en España, sus defectos también se suelen repetir, pero como uno se va y otro viene, hablemos bien. Por cierto, no soporto a los tertulianos, siempre dicen lo mismo y el tono es falso. Como sigamos mandando a Europa a los tertulianos que nos gustan y dan caña, nos vamos a tener que quedar con Marhuenda, Elisa Beni, Carmona, y un largo y repetitivo etcétera.

Pero asumido el marrón, tras Felipe IV, vino Carlos II, no más hechizado que Zapatero y sus niñas, y después los Borbones, con Felipe V, que fue el primero y Felipe VI, que cuando sea proclamado será el último, después ya veremos,...quizá Leonor.