La muerte de Fraga, ha puesto en un aprieto a muchos a la hora de valorar su trayectoria política, primero, porque su longevidad y los puestos de importancia política que desarrolló no se pueden definir de una manera simplista como se suele hacer ahora en España, con comentarios vacíos del tipo zapateril "un gran demócrata", y "luchador por nuestras libertades en el Franquismo", que pueden que sean verdad.
Segundo, porque valorar a Fraga desmonta todo el aparato de pseudo pensamiento poítico que han montado una gran mayoría de los profesores de secundaria y de universidad de izquierdas, PRISA y el PSOE, más o menos matizados por nacionalistas y comunistas varios. Donde en España, todos los políticos y periodistas eran antifranquistas y en contra solo había fascistas, mal encarados, engominados, represores y tal, a los que denominan "fascistas" en general.
Y en tercer lugar, porque una personalidad como Fraga, con un nivel intelectual muy superior a la media, acreditado con sus múltiples publicaciones, títulos y reconocimientos se hace difícil de encuadrar en una sola dirección, ya que su propia trayectoria le llevó a cambiar, matizar y reformular su posición política adaptándose a los tiempos que vivía, tantos años en activo, que corresponden con la historia de España desde la Guerra Civil a nuestros días.
Así, evidentemente, Fraga fue Franquista, en tiempos de Franco, también en tiempos de Franco fue considerado un reformador y aperturista del Régimen, que fue un propulsor de la democracia, también es difícilmente discutible, que es uno de los Padres de la Constitución, es un hecho, que su creación, Alianza Popular fue la base de que la derecha española encontrara su sitio en la democracia, también, que como líder de la oposición de derechas al Gobierno (sea de UCD o del PSOE)fue leal a sus votantes, a España y al sistema democrático es indudable. Asimismo, que pese a no ser originalmente un entusiasta de las autonomías, su papel como Presidente de Galicia fue muy destacado, lo demuestran los votos que le apoyaron en varias legislaturas. Pero creo que el aspecto quizá más importante de su trayectoria en la transición fue la de garantizar a la derecha sociológica que el nuevo sistema respetaría los valores tradicionales de España (respeto a la Iglesia, Unidad de España, respeto a la propiedad privada), así como la asunción del pasado franquista en el nuevo modelo de Estado.
Que Fraga fue conservador también es un hecho, lo que demostró que hay una manera de ser de derechas tradicional en la democracia, que se puede ser tolerante sin renunciar a las posiciones propias y que lo que le hizo estar ahí durante todos esos años fue la seguridad en sus convicciones, su honestidad e inteligencia política. Luego Aznar demostró que hay más maneras de ser de derechas, más liberal, que a mí personalmente me gustan más. Por supuesto, como persona pública tantos años tiene aristas que no gustan a todo el mundo, pero que su integridad y convicciones fueron indispensables para España, no creo que se pueda dudar.
D. Manuel Fraga, descanse en paz.
