martes, 4 de febrero de 2014

La forja de un rebelde

El mes pasado me leí La forja de un rebelde de Arturo Barea y me ha gustado mucho, primero porque describe el Madrid de principios de siglo XX de maravilla, segundo porque relata muy bien el mundo laboral de esa época, que desgraciadamente se parece bastante al actual (antes era un poco más chungo pero no mucho más) y tercero porque hace un descripción de las distintas formas de corrupción en España, pública y privada, rural y urbana, empresarial y familiar, civil y militar, seglar y religiosa, y quizá de la naturaleza humana, que es innegable, la gran verdad de lo que cuenta.

Lo de la Guerra de Marruecos y la desvergüenza de nuestros políticos y en general de todos los poderes públicos que por llevárselo muerto no dudaron en mandar a miles de nuestros soldados a la muerte, donde la ambición y el orgullo, incluso la incompetencia son males menores comparados con los intereses que se manejaban entonces, que nos llevaron paso tras paso al desastre. Y lo malo es que se sigue pareciendo bastante a la situación actual.

De cómo algunos hombres, en el llamado desastre de Annual en 1921, fueron héroes y cómo se les ha reconocido hace un año y medio, lo cuenta Pérez Reverte: http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/687/la-laureada-de-alcantara/

Después, Barea, nos cuenta cómo nos colonizaron las multinacionales alemanas y después cómo vivió él, la Guerra Civil. Y cómo se puede ir por libre en España y así conseguir no tener ni un amigo, y creo que en eso seguimos igual. Barea al final se nacionalizó británico, y es como en el anuncio de Campofrío de Navidad, se hizo extranjero http://www.youtube.com/watch?v=kfh-P7-tV70 aunque en realidad no se hizo, solo se fue.

Y hablando de otro personaje que destaca por no hacer amigos, Pedro J. Ramírez, que quería ser anglosajón y también le ha tocado España, y si te quedas sin amigos en el Gobierno, sin amigos en los sindicatos y sin amigos en la oposición, sin amigos en las cloacas del Estado y sin amigos en los peces gordos de la profesión, estás despedido, seas quien seas, hayas sido lo que hayas sido.

Si uno quiere aprender cómo se hace lo contrario: Juan Luis Cebrián, como la canción de Sabina, "Al Capone en Chicago,
legionario en Melilla, pintor en Montparnasse, mercenario en Damasco, costalero en Sevilla, negro en Nueva Orleans,
Viejo verde en Sodoma, deportado en Siberia, sultán en un harén.", pero al revés, franquista con Franco, de Suárez con Suárez, de Felipe con Felipe, de Zapatero con Zapatero y ahora de Rajoy con Rajoy.

De Aznar con Aznar no, eso no lo fue, no hacía falta, con Aznar le hicieron académico de la Real Academia Española de la Lengua. Eso, "el más chulo del barrio, tiro porque me toca,...

"Si la vida se deja yo le meto mano y con un poco de imaginación partiré de viaje enseguida a vivir otras vidas", con una canción de Sabina, con un libro de Barea, o con lo que sea, he leído este artículo hoy y estoy con él, esto es lo que nos toca: http://blogs.libertaddigital.com/enigmas-del-11-m/tipos-duros-12253/

Buena gente en España hay mucha, buena gente dejándose los cuernos para sacar España adelante casi todos, tipos y tipas duros muchísimos más de los que pensamos, también, pero seguimos necesitando ciudadanos, gente libre, que se exponga a los caprichos del poder en primera fila, y aunque Pedro J. no sé si es un ejemplo de buena persona, desde luego es un ejemplo de gente libre y yo siento que le hayan echado.

De la colección de las 100 mejores novelas escritas en castellano de El Mundo, que en parte se le deben a Pedro J., me he leído ésta de Barea últimamente, pero también de esta colección me leí La Lucha por la vida de Baroja, que se parece un poco, como Tiempo de Silencio de Luis Martín Santos, como Madrid de corte a checa de Foxá, o La Colmena de Cela, como La Leyenda del César visionario de Umbral, muchas de ellas muy madrileñas, todas pesimistas sobre nuestra naturaleza, pero en todas ellas hay vida, hay una época que creíamos haber superado, pero enseguida, te vuelve el sabor acre en la boca, pensando en nuestra España y nuestros dirigentes (políticos, económicos,...)