viernes, 31 de julio de 2009

Guardia Civil y terrorismo

La Guardia Civil se crea en 1844 con objeto de dar seguridad en las zonas rurales, desde entonces hasta ahora ha gozado de una fama de firmeza, de entrega al servicio y por este motivo ha sido temida y odiada por la criminalidad en general, desde los bandoleros y los asaltantes de caminos del siglo XIX hasta las mafias y bandas terroristas actuales, que les gustaría campar a sus anchas en el medio rural, haciendo desaparecer de hecho el estado de derecho y la libertad de la mayoría de los habitantes de los pueblos, por ello, cuando se ha querido quitar puestos en muchos pueblos se han producido manifestaciones para que se mantengan, así, para la gente honrada, la Guardia Civil ha sido un símbolo de orden y seguridad.

Del mismo modo, para los terroristas es una bestia negra, ya que el valor de sus miembros, su profesionalidad y sus éxitos han sido una sucesión de victorias de la libertad y de la ley vigente, lo que garantiza la igualdad real entre ciudadanos.

En estos días, han sufrido dos atentados, el primero, por suerte, no causó víctimas mortales, aunque iban a hacer mucho daño, en el segundo han sido asesinados dos guardias d. Diego Salva Lezaun y d. Carlos Sáenz de Tejada, que engrosan una larga lista de personas que han dado su vida cumpliendo con su deber.

Y ante estos atentados, vemos como los terroristas carecen de ningún espíritu de lucha, ya que intentar matar a las familias de los guardias civiles en Burgos mientras duermen, que esta vez no han conseguido como otras veces en Vic o Zaragoza, no tiene ningún elemento de posible justificación, simplemente matar indiscriminadamente a quien puedan, con el objetivo de seguir manteniendo su maquinaria de extorsionar, de crear terror entre los ciudadanos y mantener su poder, maldito e indecente, cobarde y sin sentido, que otros alimentan y han alimentado, por su sentimiento mezquino de tradición, y sus invenciones de pasados gloriosos, que no son más que ensoñaciones de paletos y cobardes de taberna y batzokis.

Y todo esto sería una obviedad, palabras repetidas, si no hubiera apenas unos años, un Gobierno que se ha sentado con los criminales como si fueran personas, si no estuvieramos todavía sufragando en gran medida los gastos de todos estos asesinos y de quienes los mantienen, si no se siguiera dando una de cal y otra de arena a las pretensiones infames de esta gentuza, si todavía no se estuviera permitiendo el adoctrinamiento de tanto imbécil desde las escuelas por parte de maestros y asociaciones, todavía impunes y bien considerados, cuando deberían estar como mínimo en la ruina, si no en la cárcel, y no en instituciones, sembrando odio, ideas peregrinas y criminales, que hacen difícil acabar con esta lacra estúpida.

Por último, expresar mi apoyo a la Guardia Civil, mi admiración por aquellos que desarrollan su trabajo con honor, con firmeza y constancia, valor, lealtad y arrogancia en pos de la paz, estos sí, de nuestro país, España.