martes, 26 de febrero de 2008

Debate y alegría

El debate estuvo muy bien, el inquilino de La Moncloa, en su línea, ya sabíamos de sus capacidades y nos las volvió a mostrar. Rajoy estuvo bastante bien, en mi opinión, dijo cosas sensatas y pese a lo que dice Público, estuvo por encima en todos los sentido sobre Zp.

Lo de crispar y crispación, que a todos nos sorprende, se debe al estado de ánimo de nuestros izquierdistas, viven en un mundo que no les gusta, su pensamiento admite una mínima tolerancia, y si además cultivamos un resentimiento difuso hacia los "responsables" de sus males:Iglesia, empresarios, la derecha, el capitalismo, los americanos, las multinacionales, la Cope, convertidos en la personificación del mal, donde cada uno mete sus propias experiencias de chulerías, frustración, violencia, odio, miedo, abuso de poder, debilidad y demás. Podemos crear la sensación de crispación con oirlos hablar, con que hablen, tanto si les crees como si no, si les crees, porque son unos explotadores, se quedan con la plusvalía del trabajador, insensibles, si no, mentirosos, falsos, etc,...La crispación, por supuesto la provocan los de derechas.

En cuanto al debate, todo el mundo puede ver la beatífica imagen de zp, entre amedrentado e ignorante, entre soñador y despreocupado, que no sabe hilar varias palabras en una frase coherente si no lo lleva preparado, ¡no pasa nada!, que el discurso está hueco, ¡y qué!, el es el elegido, el creador de la nueva España, donde todos y todas nos sentimos más libres, donde la igualdad de derechos es una realidad, más que una realidad, una hiperrealidad, más que una hiperrealidad, una mega, ciber, realidad. ¿Para qué se puede querer más?. Pagar la hipoteca, tener trabajo, dinero, poder tener hijos, vivir tranquilo. Eso antipatriotismo, ideologías ultramontanas, oscuras. Viva la alegría, ¡coño!, como dice el ministro Bermejo.