jueves, 23 de octubre de 2008

Familia y educación contra la crisis

Cuando estamos asistiendo a un momento de incertidumbre económica y política grande, donde se volatilizan los ahorros de muchas personas, donde las propiedades que nos hacían sentirnos seguros pierden valor y muchas veces resultan invendibles, cuando cada día más gente se ve afectada por la crisis en forma de hipotecas y deudas que no puede pagar, en forma de pérdida del puesto de trabajo y disminución importante de ingresos.

Pienso en toda la gente desamparada que hay, en concreto, muchos de los inmigrantes que viven cerca de nosotros, pero muchas veces no con nosotros, de las dos peores formas que se puede encontrar uno solo, es sin familia y sin educación (tanto en forma de valores humanos como de formación específica y general).

Entonces, pienso porqué los regímenes socialistas y en concreto, el PSOE, el partido socialista que gobierna España, quieren laminar estos dos aspectos fundamentales para la vida y creo que es precisamente, por eso, por la facultad de conseguir debilitar tanto a las personas que las hagan estar en sus manos, a sus expensas, vendidas, desprotegidas, dispuestas a acercarse al sol que más calienta, aceptando cualquier cosa y lo contrario como verdades únicas.

Mientras que las personas que tienen un ámbito familiar, más o menos amplio, disfrutan de contactos, ayudas (no solo económicas, sino vivienda, tiempo, cuidados, etc,...), consejos y momentos de felicidad, exclusivos, ajenos al mundo impuesto por los gobernantes, aunque, obviamente tengan sus incovenientes (disputas, obligaciones, convenciones, y esfuerzo), pero el cómputo, generalmente se decanta positivamente hacia la conveniencia y hacia el beneficio de la familia hacia el individuo.

Por otro lado, la educación y la formación que te permiten pensar y solucionar problemas intelectualmente, de forma autónoma, tener visiones propias, como forma de conseguir información útil, como forma de tener una referencia sobre tus acciones y las de los demás, por supuesto de las de los gobernantes, te permite adquirir conocimientos, tener una mayor fortaleza en cuanto autoestima, y en cuanto a la capacidad de buscar posibilidades de solución vital (personal, económica, laboral, etc,...) aparte de seleccionar tu mismo las fuentes que quieres de información y conocimiento.

Estos dos factores, que nos prestan y hacen tener seguridad, capacidad y potencialidad, así como un colchón que nos protege de las caídas, eso es lo que las ideologías socialistas intentan laminar, para manejar, como ya manejan a muchos a su antojo, con capacidad de soliviantarlos, movilizarlos, alterar sus sentimientos, sus acciones, siendo capaces de hacer que odien a Bush y digan amar la tolerancia, odien la democracia y se digan libertarios o que abominen de la guerra y lo expresen de forma violenta, sin que perciban la contradicción.

Por eso la calidad de la educación, la educación con valores, la formación y la familia tradicional (con sus variantes) como mejor forma de organización social, frente a formas absurdas y educaciones políticas en la escuela o en los medios son responsabilidad de cada ciudadano y de cada familia promoverlas, sin necesidad de entrar en dogmatismos estúpidos o entrar a trapo con los estereotipos con los que venden al enemigo de sus ideologías como muchas veces ha ocurrido en estos últimos tiempos.

Tolerancia, normalidad, buena comunicación, firmeza, organización, y no ultras, ni fanáticos, que sirven más a los intereses contrarios que a los propios.