jueves, 28 de febrero de 2008

Mi voto

Siempre que estoy solo, tiendo a pensar en lo irrelevante de la preocupación por la política, de la preocupación por los demás, pero a poco que te acercas a la plaza pública, a la televisión, a charlar con la gente, me doy cuenta que tener esa preocupación, es lo lógico de cualquier persona que viva en sociedad.

Si se pierden puestos de trabajo, aunque no sean los nuestros repercute en todos, aparte del problema personal que se plantea, más sentido cuanto más cerca está y no están lejos, podemos ser cualquiera, cualquier amigo o conocido, sus familias y sus hijos, su hipoteca, sus problemas.

Si ocurre un suceso, que nos cuentan en la televisión, podemos ser cualquiera los afectados, niñas a las que violan, robos, asesinatos, maltratos, qué ocurre con los delincuentes, por qué están en la calle, cualquiera nos los podemos encontrar.

Conductores temerarios o criminales, todos vemos locuras en la carreteras, en las calles, nos puede pasar, y qué pasa con los responsables, pueden volverlo a hacer.

Corruptos, prevaricadores, extorsionadores, parece que es cosa de Marbella, pero nos puede tocar cerca, de hecho, ayudas que no recibimos, servicios que no tenemos, cosas que se hacen mal, ya somos los afectados.

Terrorismo, puede ser nuestra tienda la que quemen, nuestro autobús, nuestro tren, puede ser un familiar o un amigo la víctima o un familiar o amigo de un amigo, qué pasa, si no nos toca, no pasa nada. La libertad, ya la hemos perdido, quién habla de política en el País Vasco o en Cataluña, ni estando de paso.

Una mala gestión, unas ideas equivocadas, malas políticas, demagógicas, tarde o temprano nos afectan, a la hora de nuestras oportunidades, de la educación de nuestros hijos, de los impuestos que pagamos, de nuestro nivel adquisitivo, el de todos. Cuando se habla de inflación, parece un concepto extraño, pero, por ejemplo, si yo tengo en el bolsillo 100 euros, con una inflación del 4%, en10 años, no tengo 100 euros, el gobierno me ha quitado 40 euros. Cuando se habla de impuestos de tipos impositivos, se habla de los impuestos directos, que es lo que más notamos, pero de los indirectos, pagamos mucho, muchísismo más. Que sea más o menos, depende de las políticas económicas de nuestros gobernantes, de su gestión, de sus ideas.

Nada de lo que oímos es inocuo, aunque lo creamos en nuestro buen rollismo imperante, nuestro voto, tampoco lo es.