martes, 23 de septiembre de 2008

Internacional: Iberoamérica para los españoles

España, actualmente es un país dividido en 17 comunidades autónomas y dos ciudades autónomas, de ellas, una comunidad autónoma y dos ciudades autónomas pertenecen al continente africano, de ellas dos comunidades son insulares, de ellas hay cuatro en las que gobiernan solos o con otros partidos que se pretenden independentistas, es decir que se quieren desgajar de España, algo, que para nosotros, los españoles, es doloroso, pero que tampoco a estas alturas dejamos de comprender, ya que ese mismo proceso siguieron gran parte de los territorios que conformaban España, las Españas, para ser exactos.

Dentro de los territorios más queridos por los españoles, en primer lugar se considera Cuba, que no ha sido la última en desprenderse, pero sí, la más dolorosa, ya que Cuba, aparte de costar muchos chicos en la guerra, había sido el primer lugar donde se instaló el tranvía, una parte originaria de nuestra protoindustria, una provincia de ultramar prioritaria, en fin, no supimos mantenerles junto a nosotros, se independizaron hacia 1898, la verdad: les hubiera ido mejor siendo España. De república tutelada a dictadura republicana bananera (por la corrupción básicamente) a dictadura soviética castrista a paupérrima república castrista y últimamente a lo que salga, pero sin libertades, no ha podido ser peor, eso sí gente simpática, apañada, pero pobres, gracias a la dictadura socialista tan aplaudida, imagino por los que no la sufren, los que la sufren o se callan o se piran si les dejan.

Después, México, será el carácter, el acento, los emigrantes, los gallegos y asturianos que volvieron, la ribera maya, el Yucatán, México DF, lo que sea, pero, pese a ser los que menos vienen a España, son los más queridos: las rancheras, la comida picante o la o el tequila, no sé, algo será. Hacia 1810, promovidos por los franceses comienzan un proceso de independencia, de la política mexicana no se puede decir que les haya ido muy bien, de la corrupción andan sobrados, la desigualdad es conversación habitual de todo el que viaja hacia allá, el tratado del libre comercio les ha ido bien, pero a costa de su gente emigrando a Estados Unidos, como ciudadanos de segunda, anglosajonizándose cuando pueden, desanglosajonizándose cuando triunfan como Anthony Quinn, un fenómeno como Cantinflas, Andy García, como el mito del Zorro. El PRI es el verdadero ejemplo de los socialistas españoles, dispuestos a corromper hasta el gato, el nombre partido revolucionario institucional es cojonudo como paradoja. También a poco, les hubiera ido mejor con España, pero allá ellos. Muchos españoles prosperaron en México, muchos exiliados tuvieron sus mejores momentos y además nos dieron a Hugo Sánchez para el Atleti y para el Madrid. Diego Rivera y Frida Khalo, Ramón Mercader y Trosky, el tabasco, Zapata, el comandante Marcos, exiliados, emigrados,...Mal rollito lo del pueblo ese donde desaparecen las chicas. Interesante Tijuana. Juan Rulfo y Pedro Páramo.

En tercer lugar, Argentina, desde 1810, también andan a su aire, hasta aquí han venido buena gente, con buena formación, un poco tocapelotas, pero bueno, chicas guapas, nos gusta como tierra de emigración de gallegos y asturianos y muchos más, mezcladillos con los italianos, un poco chungos cuando se ponen, pero la carne la bordan, las pastas, la psicología, el fútbol y Borges, inventador de historias como nadie, los gauchos, la guerra, lo peor sus dictaduras chungas, nosotros, los españoles íbamos con ellos en la guerra de la Malvinas, pero perdieron, quizá por su bien, porque esas represiones de Videla y demás, no tienen perdón de Dios. Maradona, Rayuela de Cortázar y que cada uno encuentre su final. Sábato.

Hoy en día, los prioritarios son los dominicanos, porque convivimos con ellos habitualmente, no sabemos gran cosa de ellos, la antigua isla La Española, Punta Cana y tal muy bien, que ahora conforman República Dominicana y Haiti (Vudú y tontonmacout, los Duvaliers, mal rollo, muy pobres y poco más).

Después van Colombia y Venezuela, que criticamos mucho a los norteamericanos, pero nosotros, en general tampoco situamos ni medio bien estos países, pero no obstante, tanto Colombia como Venezuela, tienen fama de mujeres bellas, buenas telenovelas, las viejecitas están enganchadas y cierto hermanamiento con nosotros, mucho Venezuela con los canarios. Colombia, salvo lo que todos sabemos, las FARC, lo que hemos conocido, lo mejor Uribe e Ingrid Betancourt, César Rincón, García Márquez, el café de Juan Valdés. Poco más.

Tradicionalmente, Perú era bien considerado, hoy quizá como destino exótico, los incas y tal, Machupichu, Lima, el pisco, se independizan en 1821, no mucha estabilidad, la última la de Fujimori, vaya pájaro japo. Vargas Llosa.

De Chile, Pedro de Valdivia, Pinochet, Garzón, Violeta Parra con su "Gracias a la vida", mal rollito con los desaparecidos (unos hijoputas sus compatriotas) y poco más. Lo siento, pero sabemos poco y gracias a Missing de Jack Lemmon, algo más. De Roberto Bolaño, voy a esperar a 2666 para leer algo de él. Isabel Allende les gusta mucho a las españolas.

También hoy vamos conociendo Ecuador y Bolivia, con sus gentes ganan puntos, pero gentes como Evo Morales no mejoran mucho la imagen que se diga. De Brasil, desde Tordesillas poco, aparte de la chica de Ipanema, la samba, las favelas y Ronaldo, Zico, Pelé. Robinho adiós.

Se me olvidan muchísimas cosas, muchísimas más que desconozco, tan lejos en el tiempo y en el espacio, no he podido hacer más, en la escuela, la verdad, no pudieron hacer menos, no recuerdo haber estudiado nada más allá de Colón.

No hablamos de Portugal, que el año pasado, el 25% de los portugueses no les importaría ser españoles después de casi 400 años de no tener historias comunes, de Filipinas, tampoco hay mucho que decir (los héroes de Baler, los últimos de Filipinas, los zapatos de Imelda Ramos, que fusilamos injustamente a Rizal y poco más), de la Isla de Wan, nada, les deseamos suerte con los chinos comunistas, aunque lo dudo mucho, del Sáhara español, todavía nos recriminan nuestro abandono.

En fin, somos etnocéntricos, nos sentimos cercanos y lejanos de nuestras antiguas posesiones, es más, cada vez nos sentimos más lejanos de algunas de nuestras provincias actuales, el otro día lo comparaba con el sentimiento de los rusos respecto a su imperio, pero nosotros, más empeñados en perderlo que en mantenerlo, ya que lo nuestro era la Fe, el Más Allá, más lo escatológico, que otra cosa. Así que, ¡sálvese quien pueda! ¡qué Dios reparta suerte!

Al 3 por ciento

La marcha de María San Gil y el apaño descarado en la Justicia, es una prueba visible de cómo vamos a una oligarquía de los mediocres, gente gris, proveniente del funcionariado del Estado, que poco a poco van conformando una tecnocracia, pero de unos técnicos que tampoco les gustaba su actividad que en seguida la abandonaron sin ninguna brillantez y cuando vuelven con la misma falta de brillantez van para dirigir lo que abandonaron con desgana, por designación del partido (entiéndase la entente PSOE-PP-PNV-CIU-BNG-ERC-PSC-IU), ya sea en las aulas universitarias, en los claustros, en los tribunales o en los órganos "independientes" varios.

Si vemos los perfiles de los políticos de tercera fila que tenemos, funcionarios de vocación, opositores brillantes o a dedo, escasamente maleados con la realidad laboral y social, que no se bajan del coche oficial gobierne quien gobierne, comprenderemos mejor la diferencia esencial con quien tiene a la política como compromiso moral con la sociedad, como María San Gil, que deja la política por ver traicionadas sus convicciones, quedándose sin el amparo del aparato del Partido Popular y del Estado, pero con el mismo riesgo que cuando estaba en la vida política activa y sin ningún beneficio.

Los rajoyes gallardonitas sorayescos zetaperinos son funcionarios muy válidos, tíos estupendos, hijos e hijas predilectos, brillantes como ellos o ellas solos o solas, queridos y queridas por su familia como ninguno, que estudiaron y con gran éxito sacaron su oposición, encerrados en su casa mucho tiempo, cuando los demás trataban de divertirse y ligar, hacían curros de mierda, echaban currículum a punta de pala, decenas de entrevistas con capullos, es decir, aprendían lo dura que es la vida.

Estos perfiles rajoyinos gallardonescos sorayitas zetaperinos, han pasado del amparo familiar al del partido, tras la oposición han cosechado relaciones fantásticas, han conocido a la crema del aparato del Estado, les han ofrecido irse donde quieran, a cualquier carguito y sin problemas han aceptado gustosamente.

Mientras para los demás, la política es inaccesible, salvo para marrones o que fuera en sitios que no quiere nadie, como el puesto de María San Gil cuando ella accedió (Gregorio Ordóñez, su antecesor fue asesinado en su presencia y mientras caían más y más concejales y cargos del PP vasco). Por eso perder un líder político de las características de María San Gil, es hoy día, más que nunca, un lujo que no nos podemos permitir y que no debemos permitir.

Ahora que la cosa está más tranquila, nuestros rajoyes gallardonitas sorayescos zetaperinos reclaman su sitio, "manque pierdan", porque ya han visto la luz, en el sistema claudicante, pelotero, entreguista, conservoso, centrímodo, pactoso, pero, siempre hay un pero, carecen de lo principal que se tiene que tener en política en una democracia: empatía.

¿pero qué democracia? la del pnv, la del prisoe, la del pesecé o del benejá, la de Baleares, la de Canarias, la de Extremadura, la de los taifas, la de la entente.

El camino lo marcó Piqué y los demás, han visto esa luz al final del camino, del chalet, del ministerio, del palacio de congresos de Valencia, entre chusma y sonrisas, es solo un rato, lo demás diplomacia veneciana, formas de la corte borgoñesa, discusiones bizantinas: ¡olvidemos el Tinell!, ahora el "cent per cent", el ciento por ciento, al 3 por ciento (nominal, en realidad al 20%). Pero ¡ojo!, el 20% de nada resulta nada.

Espero ver de nuevo en política a María San Gil, pronto, seguro que el partido de Rosa Díez tiene un sitio. ¡ánimo María!, lo importante es lo que defiendes y representas, no dónde.