martes, 1 de septiembre de 2009

Empieza el curso, por fin.

Que España no tiene solución es algo que todos intuimos, pero nos resistimos a aceptarlo. La vida política es cansina, y desespera al más optimista.

Otros aspectos son peores, por ejemplo, cómo puede ser que los colegios acaben el 20 de junio y no vuelvan a empezar hasta el 14 de septiembre, alguien ha pensado en que no hay manera de conciliar la vida laboral y familiar, si los padres trabajan un mes uno, otro el otro, y aún así, hay otro mes donde no se puede dejar a los niños con nadie, salvo que tengas familiares, normalmente, los abuelos, pero si eso no es así, ¿cómo? Con mucho dinero, dejando de trabajar, o no hay manera. Una presión más para los españolitos y españolitas, que se encuentran sin ayudas, sin posibilidades y suma y sigue, que esto es España. Vacaciones escolares o tortura, nervios y problemas para los padres. ¡Gracias abuelos! ¡No os vayáis a una residencia, por favor!

Otro día hablaba de los puntos limpios, de los contenedores de reciclaje que se convierten en un nido de porquería, igual nos ponen multas y todo, por soportar su incompetencia.

Quizá podríamos hablar de la subida de impuestos que prepara el gobierno, para seguir pagando el dispendio de nuestros dirigentes, el otro día oía a un periodista preguntar retóricamente ¿cuántos coches oficiales había en España? Nadie lo sabe, pero muchos, muchísimos más que en ningún país del mundo.

Podríamos hablar de mil desastres más, es solo empezar, pero bueno, el Apocalipsis todavía no ha llegado, y según tengo entendido, coger la gripe A, no te asegura el pase al otro barrio, aunque según nos desinforman eso parece.