martes, 7 de julio de 2009

Defender la democracia: Honduras

El momento actual de Honduras me parece muy interesante, ya que ofrece una situación que por repetida no parece fácil de resolver en una democracia.

Antecedentes:
El presidente de Honduras, un tal Manuel Zelaya, amigo de Chávez de Venezuela, de Correa de Ecuador, de Raúl Castro de Cuba y otros, lleva unos meses tratando de alterar la constitución de su país mediante un referendum, dicha constitución de la joven democracia hondureña recoge expresamente la prohibición de lo que Zelaya se disponía a hacer, que era perpetuar su mandato sine die, es decir, dar un golpe de estado, desde el poder.

Los ejemplos anteriores a este pueden comenzar con Hitler en la Alemania de los años 30, aunque quizá puede empezar mucho antes, con la historia misma de la democracia, con Pericles. Aunque sin irse tan lejos, los casos de Fujimori, de Evo Morales y del mismo Chávez pueden dar una idea de cómo iba a ser la cosa.

Pese a las negativas del parlamento a las intenciones de Zelaya, pese a la condena de su Tribunal Superior de Justicia, pese a una amplia mayoría que se resistía, las intenciones eran claras. El ejército se opone, se destituye al Jefe del Estado Mayor y el Tribunal lo vuelve a poner, las cosas se ponen feas, ya que la solución tendría que haber sido muy fina, pero no lo fue.

Los hechos: Primer error: Se toma al asalto el palacio del presidente Zelaya y se le expulsa, segundo error.

Se nombra de presidente provisional a Micheletti y se trata de apaciguar la cosa.

Los líderes de opinión de la izquierda mundial se ponen en marcha, condenas de todo el mundo a la deposición de Zelaya, ahora los golpistas son los demás. Igualito al caso de Chávez en Venezuela, salvo que en el caso de Chávez ya había intentado un golpe militar previamente y había ido a la cárcel, y la débil democracia le había perdonado, un error que pagó y que ahora ya no parece que tenga solución salvo deceso del dictador.

En este caso, no tuvieron la debilidad de la oposición venezolana que se quedó a medias, ya que contaban con la colaboración de la mayoría del ejército, pero la batalla mediática parece perdida, nadie recibe a Micheletti, y el aspirante a dictador Zelaya parece un demócrata, los occidentales y los amiguetes goriláceos se hacen cruces pidiendo la "democracia".

Segundo asalto: Zelaya se resiste al exilio y trata de volver e imponer su poder por la fuerza internacional, si lo consigue con el típico discurso de izquierdas, con el dinero venezolano y sus servicios secretos el campo estará libre. El Gobierno hondureño lo sabe y lo impide.

Los partidarios de Zelaya se echan a las calles, ahora si que van de cara, enfrentamientos y violencia (antes guerra civil que dejar a la democracia que siga su curso sin proto-golpistas), algo que me recuerda bastante a los sucesos de 1934 en España, que como bien ha estudiado Pío Moa, no dejan lugar a dudas, de demócratas, nada. Pero si no sale por las buenas, por las malas, guerra civil, enfrentamientos y si puede haber mártires, mejor.

La solución: en mi opinión: ¡RESISTIR! Resistir a los canallas que dominan la información mundial en favor de dictaduras que ven, benéficas, pero que prefieren vivir en verdaderas democracias como las Occidentales (incluir aquí la democracia española está cogido con pinzas, pero bueno, pasamos pulpo como animal de compañía) sobre todo Estados Unidos y la Unión Europea.

Resistir a los intentos golpistas del interior, que serán de dos tipos, unos a base de crear conflictividad social, manifestaciones y demás, boicoteo de todo lo que funcione, haciendo que la gente perciba que todo va mal y quiera agarrarse a la tranquilidad social que les "asegurará" Zelaya. En las elecciones, aprovecharán para echar los restos, por lo que no estará de más ilegalizar falsos partidos demócratas, pero que en realidad son golpistas. Quizá intenten un "Frente Popular", ¿a que todo se parece, verdad?

Por último, y no menos parecido que en otros casos, los servicios secretos de países afines al golpista Zelaya intentarán la acción directa, quizá guerrillas o grupos terroristas y por supuesto, el asesinato programado de los principales líderes democráticos reales.

También, hay que evitar el golpismo militar, que llevaría a un retroceso con situaciones funestas como las de Chile de Pinochet o la Argentina de los militares y tantos otros.

La defensa de la democracia, cuando los lobos se visten de demócratas como Zelaya es difícil, más si les amparan muchos grupos internacionales con intereses, además de países abiertamente antidemocráticos del nuevo comunismo, con la colaboración de los tontos útiles de Occidente europeo y norteamericano que legitiman el asalto al poder y condenan a la democracia que se defiende, quizá torpemente, pero se defiende.

Desde aquí, les deseo suerte a todos los hondureños que quieren vivir en paz y libertad, que quieren la libre empresa y la prosperidad de su país y que si no defienden la democracia con firmeza estarán perdidos.