viernes, 20 de septiembre de 2013

El nombre de la cosa nostra

Estaba pensando en la diferencia de denominaciones entre los partidos políticos españoles y los británicos, así los laboristas, los del partido del trabajo, estarían asociados al progreso, a los derechos civiles, bien. Los conservadores, serían eso, gente que pretende conservar sus tradiciones, sus relaciones sociales, la propiedad, y tal, luego los liberales, buscando las libertades individuales, políticas y económicas, el adelgazamiento del estado,…Esto es un país ordenado, serio.

Mientras en España, tenemos unos nombres más genéricos, que no corresponden con claridad ni a grupos ni a ideologías concretas con excepción del PSOE, que responde más a lo del chiste (siglas que no dicen una verdad), por no hablar de los populares, que de populares no tienen nada, esa banda de pijos que lo dirigen, que no pretenden conservar nada, ni liberalizar nada. Lo de Izquierda Unida, lo de unida es un decir y lo de Unión, Progreso y Democracia es una expresión de un deseo, una utopía para España. De los nacionalistas, ni hablamos, cuando lo que son es independentistas, pero no lo dirán en el nombre por si hay que recular, que lo harán, los mismos, sin problemas. Y nos convencerán o por lo menos se lo aceptaremos que siempre han sido colaboradores por el bien común sin dudar de la integridad del Estado, en fin, pero eso es otro tema.

Estaba pensando en esto porque es evidente que somos unos borregos, somos mansos, sumisos al poder de cualquiera, no es que yo quiera una revolución, ni nada de eso, pero sí partidos políticos que defendieran nuestros intereses, los de los ciudadanos que votamos, cada uno con nuestros intereses. Pero como los partidos ingleses que no cuestionaran lo que son y si lo cuestionan, lo hacen civilizadamente, y el enemigo siempre es extranjero.

En España, siempre es al revés, el peor enemigo es español. Cuando se habla de la Restauración, de sus fallos, se habla del caciquismo, de la oligarquía, de la corrupción, y realmente, podríamos hablar así de la Transición, y creo que tenemos los mismos fallos.

Aquí, cuando se dice: Gibraltar español, es mentira, ni los de la Línea de la Concepción ni los gibraltareños quieren que eso deje de ser lo que es, el Gobierno mucho menos, vaya lío y para qué, las oligarquías corruptas que nos dirigen ni por asomo, porque tendrían que trasladar sus sociedades a otro sitio y a la mayoría nos importa un carajo.

Pero es que cuando se dice Freedom for Catalonia, es igual, a los que viven cerca o dentro quieren que eso funcione como hasta ahora, a los Gobiernos central y autonómico ni por asomo, vaya lío y para qué, las oligarquías corruptas que nos dirigen tendrían que trasladar sus sociedades a otro sitio y a la mayoría nos importa un carajo.

Aquí los partidos tendrían que ser con este nombre: el mayoritario el Partido de los que no se Inmutan, el segundo el Partido de los que No saben, el tercero el Partido de los que No les Importa y el Partido de los que Se lo Llevan muerto, minoritario, pero influyente estaría encuadrado por una élite económica de tíos y tías listos, con buenos amigos, buena familia, de las buenas de verdad, ésas que se ayudan, y la red que proporciona el partido, pues a vivir como ahora, ministros, presidentes, directores generales, senadores, diputados, la leche y así en descenso cubriendo toda la red de amiguitos, unos 200.000, pero claro, que con 200.000, con esos votos chungo, máximo 3 diputados y con eso, no hay chaletes, ni banca privada, ni ná. Así que mejor repartirse, yo me hago el conservador, tú el socialista, mi prima Trini liberal y yo progresista, y el primo catalán, pues, nacionalista. Por eso es mejor poner a los partidos nombres genéricos, que no impliquen mucha adhesión por si acaso, mejor no se habla de nada importante y sustancial y así no se enteran estos memos que nos votan.