Crisis en griego es proceso de cambio, si alguien no ve que las cosas están cambiando, no quiere verlo, pero puede ser a mejor o a peor, ésta aparece claramente a peor.
Los sueldos iguales, pero los precios no dejan de subir, en todos los consumos básicos.
El nivel adquisitivo, debido a la subida de precios y a la subida de los tipos de interés bancario para préstamos e hipotecas, está bajando.
Como hay menos consumo, hay menos creación de empleo, incluso destrucción del mismo.
La construcción, sector primordial en la economía española, está cayendo en picado, con índices como un 18% menos de consumo de cemento, se puede prever la destrucción de empleo.
El turismo, tanto el interno como el extranjero se basa en varios aspectos, por un lado, la crisis internacional hace que economías industriales como la alemana, tengan menos gente dispuesta a irse de vacaciones, así como la entrada de países que hacen la competencia directamente con precios más baratos como Croacia, y encima más cercanos, por otro lado la crisis del petróleo, hace que los vuelos sean más caros, pero también la gasolina para los que vienen en coche y los productos que tienen que ser transportados, la falta de agua en nuestras zonas turísticas o el agua asquerosa de las desaladoras hace que el servicio prestado sea de peor calidad. Por otro lado, los americanos, al tener tan bajo el dólar respecto al euro, les es muy caro viajar a Europa, y si lo hacen también buscan los precios bajos con calidad de servicios. Por no hablar de la inseguridad que transmiten tantos sucesos y robos a turistas, no hace falta más que llegar a la Puerta del Sol, si esto es así en el kilómetro 0, qué pasará por ahí.
La confianza es otro aspecto que influye vitalmente en la economía, y la incertidumbre es un hecho. Nadie se embarca en aventuras, se procura gastar lo mínimo, si se puede se ahorra, pero el problema es que no se puede. La confianza en el poder político y en su capacidad de resolver la crisis, también está por los suelos, sobre todo en inversores y emprendedores, que son los que crean trabajo.
Nuestras cuentas públicas tampoco están muy allá, ahora vuelven a decir que no garantizan las pensiones del futuro. Claro, los mismos inútiles que lo decían antes de 1996, lo vuelven a decir.
Las ventas están por los suelos, los servicios que se reclaman se reducen, si no es esto crisis, qué es desaceleraciíon, ralentización, un desastre, pero lo peor ¿alguien sabe cómo salir?. Sosoraya, no, rararajoy tampoco, solbesbesbes, zazazapaterooooooo, ¡Vilmaaaaa ábreme la puerta!.
