miércoles, 17 de diciembre de 2008

Pedagogía y amor

Ayer leía a Sánchez Dragó, en El MUndo, hablaba a propósito del despropósito alucinado y estúpido de un fiscal y un juez de Jaén que han condenado a una madre por pegar una torta a su hijo de 10 años a 45 días de cárcel y un año de alejamiento.

Sánchez Dragó, contaba como agradecía a su madre las dos tortas que le propinó y cómo cree adecuado la torta que pegó a su hija, que jugaba en la barandilla del balcón, el título del artículo era Manos Blancas, y estoy de acuerdo en todo, no se puede concebir ni mayor interés, ni mayor cariño que el de una madre por sus hijos (salvo casos patológicos o criminales).

Por lo que he deducido que evidentemente ni el juez, ni el fiscal, ni el entrometido profesor tienen hijos y si los tienen no me gustaría estar en su pellejo, porque si piensan así, es indudable que no desarrollan ninguna labor educativa con sus hijos, desconocen en absoluto el día a día de la maternidad o paternidad, por lo que una vez más, debemos hacer una evaluación de las competencias de los que trabajan en la administración de justicia y en la educación, debemos hacer una evaluación mental, psicológica y humana de esos sujetos que por lo visto tienen competencias de denunciar a una madre, de acusarla y de condenarla y de condenar al niño a un año de separación de su madre, absurdo tan grande como canallesco.

Si alguien no evita esto, la intromisión de una gente absolutamente degenerada en la vida personal de una familia, estamos ante un estado totalitario e injusto, y solo por ello, merece la pena echarlo abajo, con toda esa caterva de vagos, inútiles, sádicos, caraduras, ladrones, chorizos, traidores, mamones que campan a costa del dinero de los contribuyentes, de los ciudadanos, de la sociedad, que ha llegado a un nivel de complejidad absurdo y socialmente insostenible.

¿Alguien va a investigar esta sentencia? ¿alguien va a mandar a un curso de humanidad a estos payasos? ¿no? Pues, ¡les deseo que les parta un rayo!

PD: ¡Enhorabuena a mis amigos que han tenido una niña!, que disfruten de la paternidad, que es muy bonito, gratificante, emocionante, pero cansado y absorbente, y a veces desesperante.