jueves, 5 de junio de 2008

Belleza e ideología

Dentro de los falsos movimientos ideológicos que observo en nuestra sociedad actual hay varios que se llevan la palma: los ecologistas, los de la alianza de civilizaciones y las feministas, entre otros.

Los ecologistas tienen más de odiadores de la humanidad que de amantes de la naturaleza, son extremadamente sensibles ante mascotas y ante animales salvajes, pero desconocen la naturaleza, odian la naturaleza humana, son ecologistas de televisor y de ruta de fin de semana en granja escuela, insensibles ante los humanos y sus costumbres, descarnados en sus críticas e imágenes y visiones que muestran, se pretenden superiores al resto de los humanos que no piensan como ellos, a los que no dudarían en agredir en el mejor de los casos, pero no soportan los usos tradicionales de la humanidad.

En el caso de los amantes de las otras civilizaciones, percibo un sentiomiento parecido, odian a la sociedad occidental a la que pertenecen y en la que actúan y se benefician pero sólo tienen críticas hacia lo malos que son los occidentales en Irak o en donde sea, pero en su ideología de televisor, prescinden de los aspectos reales de esas civilizaciones amadas, donde las mujeres no tienen derechos, donde los niños son maltratados cruelmente, donde la vida humana no vale un euro, donde la violencia está muchísimo más presente que en nuestra sociedad, pero como son tan curiosos con su vestimenta, con su música, sus espacios tan exóticos, son tan monos: oh oh!

Lo de las feministas, es otro caso, evidentamente, muchas de sus reivindicaciones desde finales del siglo XIX estaban perfectamente justificadas, también cierta mentalidad medioambiental de los ecologistas, pero muchos de sus miembros, mujeres se muestran tan decididamente en contra de la mujer y de lo femenino, que muchas de ellas parecen hombres feos, con formas que a mi me parece, que lo que querían es ser hombres, no igualdad de derechos y oportunidades para las mujeres, que yo, por el otro lado, creo perfectamente justas.

De hecho, creo que muchas de estas ideologías son ensoñaciones personales y fanatizaciones por el disgusto que les produce su vida, muy lejos de la realidad, y en todo caso, siempre están dispuestos a ver lo más feo del mundo, que se lo achacan a los demás, como los movimientos pro vida, que publican imágenes horribles, y tantos otros, todo fuera de lo estético, de la belleza, sin compasión, inquisidores vocacionales de lo que les interesa, y que por supuesto ellos se consideran libres de culpa. Al final, lo que quieren es un "Mundo Feliz" de Huxley, que esconde tanta maldad como odio y desdén hacia los seres humanos. Con beatífica expresión de bondad.

Lingua franca vs lenguas regionales: catalán, vasco, gallego

En el mundo real la gente utiliza la lengua para comunicarse, cuantos más idiomas domines mejor, ya que podrás comunicarte con más número de personas, en más lugares del mundo. La comunicación es un proceso que requiere emisor y receptor, pero a su vez, en la comunicación personal, el receptor se convierte también en emisor. La lengua es el código que utilizas, que el receptor debe conocer, para poder interpretar el mensaje, sino, se producirá una comunicación deficiente, con una retroalimentación inadecuada.

En el mundo en general se usan dos o tres lenguas francas, es decir lenguas que usan para comunicarse entre personas que tienen lengua materna diferente, en la historia, hasta finales de la Edad Media, eran el griego y después el latín. En la Península Ibérica, ha sido desde la Edad Media, el castellano o español, y que pasa a ser de gran parte del mundo. Hoy en día, el inglés es la lengua franca más internacional, pero también estarían el español, el ruso, el chino mandarín y el hindi.

El deseo político que demuestran los dirigentes de las regiones de España con lenguas particulares y los movimientos afines tienen para mí, tres objetivos:

1- Crear una identidad homogénea y diferenciada del resto de España.

2- Al privarles de una buena formación en español, conseguir dominar todas las informaciones que reciben los ciudadanos de esas regiones, convirtiéndoles en habitantes de un reducto indígena, con sus caciques.

3- Poner barreras de entrada a determinada población residente en esas zonas a determinados puestos, los directivos, los de las administraciones y además hacer de los que no dominan el idioma particular, como hoy leo en la portada de El Mundo, en Cataluña, como los inmigrantes, una especie de seres inferiores y subalternos, mientras los autóctonos catalanohablantes serían "un estamento superior".

De hecho, ya se está produciendo cuando la formación escolar es sólo en catalán, los de familias de habla materna en castellano, tienen tres o cuatro veces más fracaso escolar, convirtiéndolos por ese motivo en subalternos de esa sociedad por tener menor cualificación formativa, reduciendo las oportunidades de esas personas desde el momento de nacer en Cataluña en vez de en Valladolid, lo que va en contra de cualquier sentido de igualdad de oportunidades y democracia que debe existir en España y la Unión Europea.

En el País Vasco, los profesores que no hablan euskera están dejando dicha región, así como muchos funcionarios, que se van a provincias limítrofes o a Madrid, que está lleno de vascos en sus administraciones, tanto municipales como regionales.

En Galicia, en Cataluña, Comunidad Valenciana e Islas Balerares ya se percibe gente que habla mal ambas lenguas, pero en concreto el castellano, no lo entienden, ni hablan bien, pero se comportan muy orgullosos en sus reivindicaciones regionales y con un indicio de xenofobia creciente.

Donde los principales perjudicados van a ser ellos, limitándose las oportunidades en el resto de España, a cambio de ser los únicos en poder acceder a algunas prebendas locales, siempre menores, que lo que ofrece el mundo globalizado en que vivimos.

Yo creo que lo más grave está en la eliminación de la universalización de la educación básica que se había logrado en España y la capacidad de acceso a mayor formación, la limitación en el acceso a la información, que es muchísimo mayor en castellano y la creciente xenofobia, cuando no racismo, en partes de España, con justificaciones culturalistas, folklóricas, y que en realidad son políticas y caciquiles propias de nacionalistas y nacionalsocialistas.