domingo, 20 de abril de 2008

Rajoy, ¡presidente vitalicio de la oposición!

Me acabo de terminar el libro de Haruki Murakami: Tokio Blues, antes he empezado y terminado el último de Donna Leon, muy bien, también sigo con la segunda parte de Los Pilares de la Tierra, por supuesto, con kapuscinski. Soy bastante infiel, mientras leo libros, cada momento, tiene su libro, cuando viajo, o libro de viajes o novela, en casa, ensayos o lo que sea, estoy más concentrado.

Tokio blues, como me pareció cuando lo comencé tenía bastante que ver con el suicidio, donde hay un personaje principal Watanabe, superviviente, cuatro suicidas Kizuki, Hatsumi, Naoko y su hermana, una sufriente Reiko, un fanático Tropa-de-asalto, un vividor Nagasawa y Midori. El mundo casi estático, y nuestros personajes con un mundo interior poco constructivo. Una frase que me gusta "elegiste a Midori y Naoko prefirió la muerte". Otra que también: "el conocimiento de la verdad no alivia la tristeza que sentimos al perder a un ser querido. Ni la verdad, ni la sinceridad, ni la fuerza, ni el cariño son capaces de curar esta tristeza, lo único que puede hacerse es atravesar este dolor...[...]". Así como "las cosas fluyen hacia donde tienen que fluir, y por más que te esfuerces e intentes hacerlo lo mejor posible, cuando llega el momento de herir a alguien lo hieres. La vida es así".

Yo voté a Rajoy, soy afiliado al PP, pero la verdad el candidato nunca me entusiasmó gran cosa, prefería a Rato, pero el líder real del PP, José María Aznar, eligió a dedo al triste Rajoy, tras dos elecciones perdidas, si continuamos así, nadie duda, en el caso de sobrevivir el PP, que vamos a ser un partido de oposición, Rajoy presidente vitalicio de la oposición, como Arenas en Andalucía, eso sí, no hay uno más moreno, con mejores fiestas encima, para consejos, los de Villalobos y Aragonés, Elorriaga, Acebes, Díaz de Mera, Astarloa, Saénz de Santamaría, Gallardón, todos expertos en política, de oposición, de desastre, más feministas, socialistas, nacionalistas e ignorantes que los oponentes o no los hay, como ayer con Carmen Alborch y Matilde Fernández, los caldos con hueso de cerdo, y sino crea el partido liberal, donde en Pretorianos, Enrique de Diego, colaborador de Intereconomía, hace alegoría de todos esos liberales tan cercanos al PSOE, como a la Falange, tan despóticos como ilustrados, tan elitistas como falsos. Ese mismo autor, publicó un libro hace poco Conspiranoia, dedicado a criticar las tesis de Pedro J. Ramírez, Luis del Pino y Federico Jiménez Losantos, sobre el 11-m. Esa unión, a medias entre hiperconservadores, supuestos liberales anglosajones, socialistas, comunistas, islamistas, opusinos y déspotas varios, no deja de sorprenderme.

Y como yo soy de los radicales, de la derecha extrema, yo quiero y tengo Esperanza. ¡Por favor Esperanza Aguirre, preséntate como alternativa!.