sábado, 12 de julio de 2008

Cuaderno de viajes XVIII

Llegó el verano, vacaciones, ¿y el dinero?, vaya, no van a ser gran cosa por lo que parece, pero la verdad, no es lo que parece. En este mes de julio, en Madrid hay menos gente que nunca, se aparca en cualquier sitio, y si quieres salir hay plazas de hotel en cualquier sitio, más baratas que el año pasado y si nos vamos menos días, en fin, solucionado lo del dinero, vámonos.

La gasolina, qué timo, eso si que está al doble que el año pasado, ¿dónde ir?:

Viaje al extranjero, una buena opción, mucha pasta, pero, recordarás siempre lo vivido. Londres, Roma, Amsterdan, Paris, Viena, Budapest, Praga, Copenague, Berlín, muchas ciudades, hay que elegir.

No, decididamente no tenemos pasta, al pueblo. Botellines, chunda-chunda en fin de semana, comer en casa, pasear, qué bonito el campo, este año, no vamos a decir: "hay que ver cuánto han construido", más bien, "parece que no acaban nunca esa obra". Bueno, el paisaje estático. Más amigos que nunca, claro, no se van a ningún lado. No hay mal, que por bien, no venga.

El norte o el sur o levante. El norte, es siempre una apuesta clara por la gastronomía contundente, pero de playas, aunque fantásticas, el tiempo, sobre todo si es corto, no te lo asegura nadie. Desde Playa América hasta Zarauz, pasando por Razo, Salinas, San Lorenzo, El Sardinero, Isla, Laredo, mucho que elegir, y casi siempre se acierta, porque al final, lo que importa es el espíritu vacacional: deseo de descanso, relajarse, pasarlo bien, disfrutar. Si eres pequeño, ligar, conocer, vivir algo nuevo.

Si es al sur, el tiempo lo tienes asegurado, siempre y cuando no vengan los mosquitos en Huelva, el levante en Cádiz o el Poniente en Málaga, ozú. Muchos festivales de música, este año, el mejor, desde Rock in Río hasta Bilbao, pasando por Almería. También en Conde Duque. Hay gente pa tó.

El levante con sus paellas, sus extranjeros y extranjeras, muy cosmopolita, ahora nos parecen normales, incluso algo maleducados, antes eran la modernidad personificada, quizá ahora, nos creamos que somos nosotros.

Los catalanes en sus playas, también los aragoneses, después de visitar la Expo Agua, no sé si es un éxito o no, pero para mi que hace aguas.

Baleares (Al Rey, a qué no le habláis en catalán, entonces porque a los otros turistas, a veces sí) y Canarias, Ceuta y Melilla, autónomos todo el año, mejor llegar en avión que en barca, ¿verdad?. Zapatero os visitará o no. Qué habrá sido de Perejil, la habrán regalado a Mohamed.

Líbranos Señor de la sangría, del garrafón, del marisco congelado, de la mayonesa pasada, de botellones indigestos, de carteristas habilidosos, de ladrones y gentuza, de colas, de atascos, de insolaciones, de quemaduras y accidentes (sobre todo), ¡ojalá! ¡Buen viaje a todos!