viernes, 27 de noviembre de 2009

Gomorra

Así se titula el libro de Roberto Saviano, donde describe cómo funciona la Camorra napolitana, donde se mezclan las empresas legales, con la extorsión, con el asesinato con el tráfico de drogas o armas, donde cualquiera que pretenda trabajar en aquella zona va a dar con ellos, desde la construcción a la industria alimentaria, desde la moda al puerto, donde todo está bajo su control, incluidos muchos funcionarios presionados en varios sentidos o con dinero o con otros métodos, habiendo creado una multinacional con dirigentes que acaban asesinados o en la cárcel, donde los peones si sobreviven, pasan del menudeo con drogas o el asesinato y acabarán casi todos, siendo peones en la construcción, sin seguros, sin derechos, con un sueldo ínfimo, y si tienen un accidente, se les tirará a una zanja como perros, que hubieran sido atropellados.

Mientras, en sus estúpidas vidas, habrán disfrutado del poder y de lo que proporciona, sin la épica de las películas, con la sordidez que caracteriza al hampa, con toda la cursilería y estética hortera que se les espera, con el miedo en el cuerpo de seres ruines, eso es lo que nos cuenta Saviano, en la película, sensiblemente inferior que el libro, se percibe, lo cutre, lo estúpido de todo, lo malvado combinado con lo infantil.

¿Y esto a cuenta de qué? A cuenta del comunicado de los medios catalanes, que si bien, como diferencia Saviano, se parece más a las prácticas de la Mafia siciliana, más controlada por el poder político, que al estilo empresarial de los napolitanos, no deja lugar a dudas del devenir que le espera a una sociedad que admite en el parlamento regional lo del 3% sin pestañear, que admite que le cuelen como libertad la práctica totalitaria y oligárquica de una clase política ineficaz y mafiosa, corrupta hasta el tuétano, que es capaz de esconder el hundimiento del barrio del Carmelo, que es capaz de convertir a la mayoría en sub-ciudadanos, a cuenta de un estatuto, que el Estado español es incapaz por cobardía de echar atrás y que los medios sobornados con los políticos a la cabeza aplauden con las orejas.

Cuando hemos visto la descomposición del Este, y sin cortes se ha convertido todo el aparato en estructuras mafiosas, descubrimos una ventaja más del socialismo real, que con Montilla está consiguiendo superar etapas más rápidamente de lo que creíamos que podrían hacerlo, ¡Enhorabuena catalanes y catalanas! ¡Enhorabuena a todos los españoles! ¡Buen viaje a Gomorra!