jueves, 11 de diciembre de 2008

Internacional: Grecia

Cuando los supuestos buenrrollistas, esos simpáticos chavales con el palestino al cuello, esos simpáticos punkies, esos simpáticos antisistema consiguen conectar con una excusa que les sirva de detonante vemos cómo se comportan destrozando y arrasando todo lo que pueden, según dicen las noticias, en Grecia, en Atenas, han destrozado cientos de comercios, por supuesto mobiliario urbano, además de los heridos que serán numerosos, así es la izquierda creadora, la nueva izquierda.

Mientras en España, ya sabemos de esto un rato, la kale borroka en Navarra y País Vasco, las protestas del "No a la Guerra", encabezadas por Llamazares y Zapatero, ya trajeron y traen destrozos, coches, autobuses, tiendas, sedes de los partidos (casi siempre del PP), ataque a medios de comunicación (casi siempre la COPE), a veces amparados desde el Congreso (el ataque a la COPE, tenía de valedores a los diputados de ERC y de base el Congreso de los Diputados), en la plantada y ataque a las sedes tenía la presencia y colaboración de socialistas y comunistas con cargo público, incluso con la presencia de la simpática Gemma Nierga, presentadora de éxito de la SER (Grupo PRISA). Y no pasó nada.

En Francia, ya han sufrido esto, y lo han superado, con mano dura, por eso, Sarkozy, tiene prestigio internacional, por eso, Zapatero, no.

En cualquier caso, tenemos a una gente, lo más alejado de la tradición occidental, estos franceses, españoles o estos griegos que asaltan tiendas que se parecen a la Grecia antigua de Pericles, de Aristóteles, como Bin Laden a Saladino, como Tony Genil a Johan Sebastian Bach, nada parecidos, son las cloacas del Occidente contemporáneo, eso si "educados" en nuestras universidades, y decantados con una mezcla de Marx, Lenin, Che Guevara, alcohol de garrafón, porros, Kurt Cobain, Mick Jagger, Sid Vicius, Los Sex Pistols, Los Doors y Barrio Sésamo, la Abeja Maya, La Bola del Dragón y la paga semanal y un besito de su mamá cuando se acuestan.

PD: Las consecuencias estarán en los cientos de puestos de trabajo perdidos de esos comercios asaltados, en los millones de euros que pagaremos los ciudadanos o los seguros o los comerciantes, en el miedo creado, en la alteración de la libertad de los ciudadanos esos días, en la creación de una épica estúpida por estos chicos, en la pena de la familia de ese chico muerto en esos disturbios o en esas reyertas callejeras como la que costó la vida a un chico español el año pasado en Madrid, total nada bueno para nadie, y después pena.

Y los casposos dirigentes de estos grupos tan contentos, trabajando de funcionarios, de profesores de universidad, en una ong, o véte a saber dónde pacen esas bestias, quizá vendiendo bóvedas pintadas de varios colores con gotelé a 20 millones de euros a la ONU,...

Mientras sus estúpidos seguidores estarán de reponedores en una gran superficie, de mensajeros sin contrato, de vendedores de mercadillo, de subsidiados permanentes, de víctimas de ellos mismos para el resto de su vida, lo mismo o parecido, que el ultra marsellés Santos, o que otros tantos tontos, que acabarán muertos en una reyerta, en la cárcel, de sobredosis o de cualquier otra forma destinada a unos pobres chicos idealistas pero tontos, soñadores pero mal dirigidos, pobres juguetes rotos del sistema o del antisistema.