lunes, 22 de septiembre de 2008

Miedo y crisis

La sociedad actual, a partir del 11-s, quiso tener una reacción ante el ataque a las Torres Gemelas, de normalidad, extremando la seguridad en el transporte aéreo, y asimismo como respuesta, la ofensiva en Afganistán contra los talibanes encabezada por Estados Unidos, tuvieron unos efectos reconfortantes.

Pero, a corto y a medio plazo, el miedo se ha hecho sitio en nuestros ciudadanos y dirigentes, el No a la Guerra de Irak, sería el caso patente, de cómo el miedo de las clases medias ha llegado a toda la opinión pública, miedo a perder su nivel de vida, pidiendo más bienestar del estado, miedo al extranjero, con los brotes xenófobos, a la guerra, evidenciado en la guerra de Georgia, al desplome del sistema económico occidental, evidenciado en los casos de proteccionismo hacia China, o en la crisis actual.

Un miedo al fracaso que tiene Occidente, que en gran medida ha perdido sus certezas: etnocentrismo, Cristianismo, su sentido como sociedad, más allá de conservar su nivel de vida.

Luego 11-m en Madrid. Un miedo al fanatismo, ante el que se siente desarmado ideológica y físicamente, por ese relativismo moral, de nuevo cuño, defendido por ese multiculturalismo o la Alianza de Civilizaciones que propone Zapatero. Mejor Neville Chamberlain que el agorero de Winston Churchill.

Zapatero, un ejemplo, en sí mismo, de cómo ese miedo a una defensa más vehemente podría hacer que los temidos enemigos de Occidente se levanten, en nuestra propia casa (inmigrantes, fanáticos, desfavorecidos) o fuera de ella (islamistas, los ex soviéticos, o cualquier otro, como Chávez o Evo Morales). Diálogo, Paz, Comprensión, Adhesión, hasta se va a Turquía a celebrar el Ramadán, del que dice "que se siente orgulloso de la influencia del Islam" en la historia del España. Cuando la Historia de España es precisamente la lucha contra el Islam.

Constantemente oímos hablar de crisis de valores, crisis institucional, crisis de Occidente, pero esto ¿qué es? No solo es cambio, es miedo, es incertidumbre, es falta de apoyos, y ante esto, ¿qué se hace? Una de cal y otra de arena.

Se ilegalizan los partidos terroristas que monta la ETA, y tememos su reacción, como hoy con el atentado en Santoña con el asesinato del brigada Luis Conde y los otros atentados en el País Vasco. Cuando hace apenas unas decenas de años, íbamos a la guerra sin pestañear, mandábamos nuestros soldados a defender y morir por nuestros ideales o nuestras patrias, en cambio ahora, somos corderitos esperando que nos degüellen los sicarios en nuestra casa mientras dormimos. Si sabemos dónde están, quiénes son, detención masiva a todas las bestias y colaboradores de ETA, pero no, ¡qué horror!, a ver si va a parecer Guantánamo, con el fracaso que ha significado, claro no queremos ser duros ni blandos, ni justos ni injustos, ¿dialogamos?, ¡vengan unos chiquitos!

Prohibamos a los estados dictatoriales tener acciones en el sistema económico occidental. ¡qué horror! Nos van a cortar el grifo del petróleo. ¡Acabemos con la dependencia del petróleo por ley! ¿no? ¡No! ¡Qué horror! a ver si se van a cabrear esos fundamentalistas y nos mandan terroristas suicidas por decenas, por centenas, por millares ¿estarán ya aquí? recogiendo la fresa o los tomates, en la reforma de al lado o por aquí cerca. ¡qué miedo Leoncio!

Tenemos miedo a la guerra, a la inestabilidad social, al terrorismo, al paro, a la pobreza, a la inseguridad ciudadana, a la enfermedad, al dolor, al hambre, a perderlo todo, a todo. ¿Alguien es capaz de defendernos? Yo espero que sea ese miedo el que nos haga reaccionar a tiempo, igual a destiempo, como en la II Guerra Mundial, con todo el sufrimiento y muerte que conllevó. Pero también heroismo, valor, inteligencia, y después prosperidad. Y Guerra fría, ahora, lo que tenemos es miedo frío.