Todos hemos visto muchísimas películas americanas, donde cualquiera siente el espíritu de libertad que los anima, desde las que van de la Guerra de la Independencia americana, con George Washington como figura admirada tanto en lo militar como en lo político convirtiéndose en el primer presidente de Estados Unidos, pero un hecho, más importante, es la Constitución de los Estados Unidos, salida de la Convención de Filadelfia, con la figura de James Madison y las enmiendas que se van haciendo a lo largo del tiempo, con sus respectivas películas. Todos hemos oído lo de "me acojo a la 5ª enmienda" o lo de la Carta de derechos.
En cambio, en España, casi todos desconocemos nuestros derechos y nuestra joven Constitución, es a veces, quizá demasiadas veces papel mojado.
Unos estados confederados de ciudadanos, con su conquista del Oeste, sin ocultarte su lado oscuro, sean los bandidos, despiadados grandes propietarios, o su maltrato a los indios, desde "Bonanza" a "Sin Perdón", desde "La Conquista del Oeste" al "Equipo A", pero así y todo, creen en sus derechos, en su sistema y en su país.
La Guerra de Secesión, donde el norte gana a los sureños, dos estilos de vida diferente, la abolición de la esclavitud, "Lo que el viento se llevó" o la serie "Norte y Sur", admitiendo y admirando lo bueno de ambos, sin ocultar lo malo.
Otro capítulo, no menos importante son los juicios, películas de todos los tipos, desde "Algunos hombres buenos" a "Doce hombres sin piedad" o "Testigo de cargo", una enseñanza permanente de cómo es su justicia, con fallos, pero siempre similar. Con series como "Ally Macbeal" o "La Ley de Los Angeles", educativas, entretenidas o interesantes.
De la I Guerra Mundial, "El Sargento York" o "Adiós a las armas", y de la II Guerra Mundial, infinidad ("El día más largo", "La batalla de las Árdenas", "Doce del Patíbulo", "Evasión o Victoria", "La Gran Evasión", "Los Violentos de Kelly",...) hasta "Los Juicios de Nuremberg".
Muchas de espías (desde "El hombre que sabía demasiado" a "Te pillé Gotcha"), de mafiosos ("El Padrino", "Uno de los nuestros", "Muerte entre las flores",...), de Vietnam ("Nacido el 4 de julio", "Forrest Gump", "El Acorralado", "Missing in Action",...).
Y todo esto iba a propósito de los posibles candidatos presidenciales Obama y McCain, que ya sabemos mucho más de ellos, de cómo hablan, de cómo piensan, de cómo lo hacen sus familiares, quién les apoya, a quién apoyan que de Zapatero y Rajoy. De Rajoy, todo lo que he sabido de él después de las elecciones, de su forma de dirigir y pensar, me ha llevado a decidir no votarle más, de Zapatero, como gobernante es un desastre y como jefe de equipo un dislate, de su pensamiento la verdad he leído muchas cosas o le he oído por televisión , pero ya de presidente, no de candidato, que es cuando en una democracia el ciudadano debe saber. También de lo que hacen sus instituciones y gobernantes, buscando en la información y en la exposición pública de aciertos y errores, un modo de expresar ese ánimo que tienen por la libertad.
De la justicia española, si se hicieran películas nos echaríamos a temblar, de la tabarra de las películas españolas sobre la Guerra Civil, con sus personajes tristes, oscuros, resentidos, casi siempre maniqueos, podríamos salvar poco "La Vaquilla" o "La hora de los valientes", donde puedes ver gente real, en las demás es difícil verse salvo que seas un ardiente militante de la izquierda española y a veces, ni eso. De hecho, hay más gente real en "Amanece que no es poco" que muchas películas supuestamente realistas españolas.
De la crónica social quizá vamos mejor, desde "La Taberna Fantástica", "La prima Angélica" a "El Pico", de "El Crimen de Cuenca" a "Los Santos Inocentes", pasando por "El Verdugo" o "Beltenebros", pero enseguida rozamos lo sórdido, sin llegar a ningún lado positivo, más que al resentimiento, al odio, al maniqueismo que nos atenaza. Muchas veces haciendo apología de los antihéroes como en "La fuga de Segovia".
De nuestra historia reciente, quizá "El Lobo" o "Días contados", es de lo mejor que hemos hecho, pero aún nos falta bastante para reflejar nuestra sociedad. Quizá lo más positivo están siendo todas las series televisivas más o menos cómicas, más o menos realistas que empezaron con "Anillos de oro", "Segunda Enseñanza", "Brigada Central", "La huella del crimen", "Su media naranja", "Página de sucesos", "Tristeza de amor" o "Verano Azul" y han continuado con "Hospital Central", "Periodistas", "El Comisario", "Policías", "Los Serrano" y otras, que nos enseñan una España real, no intencionadamente sórdida, con nuestros fallos y aciertos.
