lunes, 26 de mayo de 2008

Blanco y Pedro J. Ramírez coinciden

Si alguien duda de cómo dos medios de comunicación de masas pueden influir en las personas, que piense en el fenómeno del Chikiliquatre, en unas semanas, hasta los niños nada más oirlo o verlo dicen entusiasmados: "chiki".

No obstante, nos encontramos con una situación peculiar, cuando todos los medios aplauden a un candidato para 2012, excepto dos, y las razones son de talante, qué efecto se consigue. Yo creo que lo que cambia la aceptación o no de una canción o idea es si está en la línea de deseos y opiniones de los oyentes. Pese a que parezca y se diga lo contrario, la aceptación viene desde las audiencias, no desde el emisor. El emisor, sólo pretende dar lo que mejor se adapte a su audiencia para conseguir el máximo resultado de difusión y aceptación.

Si Pepiño Blanco, secretario de Organización y portavoz del PSOE, dice "Lo mejor para el PSOE es que Rajoy esté mucho tiempo al frente del PP", no es probable que haya conformado su opinión leyendo El Mundo u oyendo La Mañana de Federico en la COPE, ya que, pese a seguirlas como a muchos más medios, en ese tema es seguro, que Blanco tenga muchas más informaciones públicas y privadas, de dirigentes y de su propia observación directa y haya hecho una reflexión sobre ello, desde su punto de vista.

Como hacemos los demás desde el nuestro, sin tantas informaciones y sin el trato directo, pero a través de nuestra reflexión, confirmando o rebatiendo nuestras opiniones a través de los medios de comunicación, con informaciones y opiniones de otros, también en el diálogo directo con allegados, y si llegamos a la misma opinión que Pepiño Blanco, será por algo.

Al igual que Pedro J. Ramírez, que en su artículo de los domingos, lo dice sencillamente (aunque extenso, a su manera): en el PP, lo que hay es un problema de liderazgo, no de ideas, y que en la política, como arte de lo posible, hace falta la capacidad de un buen dirigente, con habilidad para hacer, solucionar, contentar y pactar, que Rajoy no tiene, como se ha visto.

Por otro lado, Pedro J. hace un ejercicio de memoria recordando el poco centrismo y el nulo liberalismo político de Fraga, que ahora se quiere reinventar por Ruiz Gallardón, cuando es fruto exclusivamente de la imaginación absurda de sí mismo. O de su talante, aprovechando la debilidad de Rajoy, para postularse, y si va de liberal y de centrista, es que sabe que funciona con las bases o con los medios de comunicación o con ambos.

Cuando la realidad es que la refundación de 1990 es cuando se introduce lo de centro derecha reformista y liberal, con Aznar, no con Fraga, ni con él, que venían de ser lo más conservador y antiliberal de la derecha, desde la dirección de AP, tan digno como lo otro, por otro lado, pero diferente.