sábado, 30 de julio de 2011

La muerte del palomo (Madrid 11-M, El Pardo 20-N)

Hay pocas noticias esperadas que me dieran tanta alegría, felicidad, alivio, descanso, libertad, ¡Yes, we can! ¡Podemos vivir sin Zapatero! ¡Sí, que podemos! No volveremos a ver a aquellas golondrinas, porque ésas no volverán, ni podremos fumar de nuevo dentro de los bares sin ser delincuentes, no eso no, no volveremos a ver a la estatua de Millán Astray en La Coruña, ni la de Franco, a no ser que entremos en el cuartel de Infantería de Marina, tampoco en la Plaza de Santa Cruz, en Madrid, ni en Santander, no eso no. Pero las mentiras...ésas sí volverán. Y la importancia histórica ésa si volverá.

Veremos desaparecer todos y cada uno de los rótulos de las cajas de ahorros, es más la expresión desaparecerá, y serán neo bancos, pero el dinero del FROP y de la SGAE, no...ése no lo veremos más.

Tampoco veremos el dinero de los caballos de Bono, ni de los EREs, ni volveremos a ver a los que escaparon de ETA en el Faisán, no eso no, pero volveremos a ver a Rubalcaba éste sí, que como se descuide el tonto de Rajoy gana, sí porque escucha, explica y tal, no como Rajoy,...ése sigue babeando "fenomenal".

Rubalcaba no le dijo nada de adelantar las elecciones, y Zapatero lo tenía pensado desde hace mucho, y yo me lo creo, pero olvidemos esos detalles, porque un momento sideral planetario astronómico juntará a Obama y a Zapatero en el paro, con una patada en el culo, yes we can, perhaps! y la pena será mortal.

Podría hacer un repaso de todo el daño que ha hecho Zapatero en sus 7 u 8 putos años de gobierno, pero en vez de memoria histórica prefiero olvidar, pero volverán las tupidas madreselvas de tu jardín las tapias a escalar, y otra vez a la tarde, aun más hermosas, sus flores se abrirán. Pero aquéllas, cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar y caer, como lágrimas del día...ésas... ¡no volverán!

Pero quizá vuelvan las banderas victoriosas, o a reir la primavera, y en una marcha como Musolini los del 15-M tomarán la capital, pero la ley de partidos no volverá, y cuando llegue el invierno ni uno solo quedará, volverán los controladores a controlar, pero lo que fueron los sindicatos aunque quieran, no podrán, volverá de su profundo sueño tu corazón a despertar, pero con talante o sin talante su palabra es la ley.........pero aquéllas que aprendieron nuestros nombres...ésas... ¡no volverán!



Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate:
¡así no te querrán!

¡Adiós Zapatero!