lunes, 28 de julio de 2008

Rácanos y terror gótico

Veía ayer una repetición de Las Noches Blancas de Sánchez Dragó, se hablaba del término "rácano", en el diccionario de la RAE aparece como taimado y artero, taimado aparece como bellaco, astuto, disimulado y pronto en advertirlo todo, viniendo la palabra de obstinación, y artero que viene de arte en la cautela, en la astucia, y astuto como agudo, hábil para engañar o evitar el engaño o para lograr artificiosamente cualquier fin.

Con estas definiciones, yo estoy pensando en que les van al dedillo a los nacionalistas, hábiles para engañar y lograr artificiosamente cualquier fin, obstinados, taimados, bellacos, disimulados, pero agudos para engañar y evitar el engaño, arteros y astutos.

Pero aquí, en estas definiciones está la pauta y la solución, por un lado, todo artificio se confronta con la naturalidad, con la realidad y otra, evitar el engaño, ya que son hábiles al descubrirlo. Y para deshacer un engaño, hay que satisfacer, sacar del error aprehendido.

Y para satisfacer, que es pagar enteramente lo que se debe, o hacer una obra que merezca el perdón de la pena debida, tenemos que aclarar el objeto de los agravios, que no es otro que el pueblo español, concretamente los ciudadanos de las comunidades que sufren a los nacionalistas y por supuesto las víctimas tanto del terrorismo nacionalista como del nacionalismo no del todo terrorista.

Así con la verdad y con ansia infinita de satisfacción de los agravios acabaremos con esa chusma que asola nuestro país, que perjudica evidentemente a nuestros ciudadanos, especialmente a nuestros conciudadanos que viven en comunidades dirigidas o coaccionadas por los nacionalistas, con naturalidad, con la realidad acabando con artificios como pueblo vasco, comunidades históricas y demás estupideces.

El hecho, de cómo un Manifiesto en defensa de la educación en castellano, llamando a las cosas por su nombre, les ha puesto a la defensiva y ofensiva, es un claro ejemplo de cómo temen a la realidad como si viesen el retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde, escrito en 1891, y que al igual que los nacionalismos se mantiene bello exteriormente, pero la degradación , aumentada con crímenes lo deja al descubierto, y como no es probable en este caso que se autodestruyan, habrá que hacerlo mediante la ley, acabando con este terror gótico de los nacionalismos, que como esta literatura comparte características (de Wikipedia: Literatura de terror gótico):
1-Es melodramática, exagera los personajes y las situaciones con el fin de acentuar los efectos estéticos.
2-El autor crea un marco o escenario sobrenatural capaz, muchas veces por sí mismo, de suscitar sentimientos de misterio o terror.
3-En relación con lo anterior, importancia del escenario arquitectónico, que sirve para enriquecer la trama; las sombras y contornos de luz delimitan espacios y recrean sentimientos melancólicos. 4-Recurso, pues, a todo tipo de elemento "oscuro".
5-Exaltación de la relación entre terror y éxtasis.
6-Exaltación de la muerte, la decadencia, los abismos,tinieblas etc..
7-Referencias a la locura, lo irracional, la bestialidad y demás características inhumanas o sobrenaturales.
8-Clara polarización entre el Bien y el Mal, este último a menudo interpretado por un personaje que hará las veces de villano.

Lo que en literatura es un acierto, en política es un desastre, llevar el romanticismo al plano político lleva a crear moustros, más temibles que los creados literariamente, más vampirizantes que Drácula, más temibles que el Hombre-lobo. En fin, el terror como forma de hacer política tampoco les es ajeno como no podía ser de otro modo, puesto que lo que nace como ejercicio literario e individual nunca debe ser ensalzado al criterio común y social, y menos en este caso.