jueves, 24 de octubre de 2013

Capital humano y derechos humanos

A lo largo de lo que llevamos de semana, se habla de dos cosas, de nuestra recuperación económica y de la sentencia del Tribunal Europeo sobre la doctrina Parot.

En ambos casos, la sensación que tengo es de que estamos ante debates inútiles.

En el primer caso, sobre nuestra recuperación económica, lo que son buenas noticias, parecen que tienen que ser o un motivo de fiesta si se apoya al gobierno o una recriminación de falsedad al mismo porque se le quiere atacar, y tampoco es para tanto, ni lo uno, ni lo otro.

Es evidente que si los inversores españoles y extranjeros vuelven a España, se ha conseguido revertir una tendencia que casi nos arruina y eso es un éxito, bien. También es evidente que para una gran parte de los españoles y para la mayoría de las empresas estos dos años de gobierno han sido muy duros, muy difíciles y que todavía nos queda bastante pasándolas canutas.

También es verdad, que el endeudamiento sigue siendo un problema, tanto el privado como el público, que el paro sigue ahí, que las familias sin ingresos son demasiadas y sobre esto habría que hacer algo. ¿Qué? No lo sé, lo estoy investigando desde hace tiempo leyendo a economistas y opinadores varios.

Así, parece ser que nuestro crecimiento previo a la crisis, se había basado en un alto consumo privado, en la expansión del crédito y del sector financiero, en el mantenimiento de nuestra fortaleza en el sector turístico, en el crecimiento exponencial del sector de la construcción y con él, de muchos sectores industriales y de servicios interrelacionados, en el aumento del sector público y sus servicios, fundamentalmente.

Pero la forma de hacer la formación de capital y consumo final, según J. R. de Espínola, Crecimiento y crisis de la economía española (1995-2008), de los agentes económicos (empresas. hogares y administraciones públicas)se hizo de una manera poco adecuada. Esto es excesivo endeudamiento de las familias por la compra de viviendas, por su alto precio y escasa inversión productiva.

Por todo ello, hay que tener claro que el mercado español es un mercado pequeño, por lo que no puede generar economías de escala importantes, ni tampoco importantes sinergias que nos posicionen con fortaleza en el mundo, para ello hay que abrirse a la Unión Europea, a Estados Unidos y a Japón, como oportunidad de crecimiento real.

El sistema productivo español es algo deficiente, muchas veces rígido en su capacidad productiva porque nuestro capital humano no está muy especializado, porque nos falta desarrollo tecnológico, medios de producción y producimos más bienes intensivos de mano de obra que de capital, y una grave falta de competencia en los mercados de servicios (energía, telecomunicaciones, transporte) que afecta a los precios y salarios. También el mercado laboral hasta ahora era excesivamente rígido y costoso.

¿Cómo solucionarlo? Con más inversión productiva (capital humano, tecnología, equipos, infraestructuras,...) Esto es formando más personas que se dediquen a la tecnología, más personas que sepan hacer mejor su trabajo, más personas que hablen idiomas que nos permitan salir al exterior. Con más ahorro y menos endeudamiento o atrayendo a los inversores extranjeros y no perdiendo a los nuestros tampoco.

Con todo esto, vamos mejor, pero falta mucha formación, falta invertir en formación. Hacer de nosotros una verdadera sociedad del conocimiento, y que ese conocimiento sea eficiente, que el que sepa hacer bien algo esté desempeñando esa función y no otras menores, y al revés.

En cuanto al segundo tema, me duele no estar de acuerdo con la AVT, porque aunque sea injusto que unos asesinos con condenas de mil años salgan de la cárcel en 20 años, también es verdad, que es injusto cambiar la ley para intentar corregir este error retroactivamente.

Porque el tema es que a los gobernantes de entonces les faltó valor o no tenían las ideas suficientemente claras respecto al terrorismo, los asesinos en serie, los violadores o los psicópatas peligrosos, ¿Y a los de ahora?. Pero la no retroactividad de la ley, garantiza la seguridad jurídica de todos los ciudadanos y eso no se puede olvidar.

En otro caso menos doloroso, nos podrían multar por haber fumado en los bares toda nuestra vida antes de la ley que lo prohíbe, y ante eso, nadie salvo los más talibanes estarían de acuerdo, por eso para evitar esto, está este principio del Derecho, recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948, en su artículo 11, punto 2: "Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito."

Aunque en este caso de los etarras no guste, y a mí no me gusta que salgan de la cárcel, porque creo que es una cabronada, pero la ley nos debe amparar a todos, incluso a estos hijos de puta.

Las preguntas son si a partir de hoy volvieran hacer lo que hicieron, ¿Tendrían reducciones de pena? ¿Cuántos años cumplirían? En eso es dónde hay que fijarse, en mi opinión.