jueves, 11 de octubre de 2012

Queridos Reyes Magos

El año 2012 está llegando a su fin, nuestro país sigue aguantando sin rescate, los del Banco Europeo siguen haciéndonos la puñeta, el FMI nos está echando una mano al cuello, y para que no se diga, estoy con Rajoy: ¡aguantaremos! Pese a nuestros gobiernos.

Las acciones de Bankia como metáfora de la gestión del valor del ahorro y del esfuerzo de los españoles son perfectas, bajan sin remisión.

Lo que fue Caja Madrid, un ejemplo de las cajas de ahorro, esas instituciones de crédito sin ánimo de lucro creadas con el propósito de fomentar el ahorro popular y mitigar las necesidades de los más pobres y garantizar un mínimo de previsión social, se ha convertido en banco, dispuesto a dilapidar toda herencia de prestigio, maltratando a sus clientes, inflándoles a comisiones, devolviéndoles los recibos para salvar sus pérdidas, que encima tenemos que pagar entre todos.

Cuando se cree el banco malo, que pedía Rato hace un año y algo, no tenemos que buscarle nombre, ya lo tenemos: Bankia. Una suma de cajas donde el PP tapa sus chanchullos, es imaginable que hay otra u otras del mismo porte o mayor del PSOE, aunque ahora no sé decir su nombre. Como suele ocurrir, el PSOE sabe tapar sus trampas mejor y comunicar mejor, tampoco hace falta ser ningún fenómeno de la comunicación para conseguirlo.

Si realmente, los del PP están haciendo las cosas mejor para solucionar nuestros problemas económicos, primero los suyos y luego los nuestros, será una sorpresa para todos.

Yo he perdido toda esperanza lógica, pero haciendo cada día un ejercicio de fe, que roza más en la ilusión, que en otra cosa pensaré que el futuro será mejor y que las dificultades que estoy pasando, y las que pasan muchos españoles serán un mal recuerdo.

Pero mientras, me gustaría ver algunos gestos, como que si al autónomo le retienen el 21% para 2012 y 2013, a todos los políticos les redujeran un 21% sus ingresos en esos mismos términos, que a la hora de pagar los de Hacienda fueran tan eficaces como a la hora de cobrar.