lunes, 3 de marzo de 2008

Tolerancia y cortesía

En una semana, nuestra vida va a seguir más o menos igual que ahora. La política no nos puede paralizar. La vida para mí es bastante más importante, tiene un gran componente de sociabilidad y eso es lo más grave de lo que nos está ocurriendo. Votemos lo que votemos cada uno, la sociedad debe estar cohesionada, debemos querer tener vida en común, cada uno vota pensando en que es mejor para uno mismo y la sociedad en la que vive, nada más.

La cortesía, la educación, la tolerancia hacia los demás es mucho más importante, trabajar, vivir y pensar civilizadamente también. Tolerancia que consiste en aceptar al elemento contrario, como valor moral, en la capacidad de aceptar al que no piensa como nosotros y cortesía como buenas maneras, para hacer que todos nos encontremos relajados y cómodos en sociedad.

Entendemos por sectarismo, a modos de vida que no aceptan al otro como igual, sino como personas inferiores, en el mejor de los casos, a veces ni siquiera seres humanos, y creo que tampoco es eso. La mayoría de la gente quiere vivir en sociedad sin más. Sólo se trata de elegir entre las diversas opciones dentro de un mismo sistema de convivencia.

Basándonos en la Constitución, como norma superior, que garantiza la libertad de pensamiento, de religión, de opción sexual, la igualdad ante la ley, y qué normas desarrollan esa ley. Una nación, que se organiza en estado de las autonomías, reguladas por estatutos, mediante un sistema parlamentario, donde el Jefe de Estado es el Rey, que propone al partido más votado formar gobierno, ese presidente del gobierno, elige sus ministros, que el parlamento acepta para desarrollar la actividad ejecutiva, la legislativa, el parlamento, el poder judicial, independiente, garantiza los derechos de los individuos, de los grupos y demás siempre que se atengan a los principios de la Constitución. Lo demás es filfa. Organismos de control, que limitan el poder legislativo como el Tribunal Constitucional, que deben estar para evitar los excesos del poder legislativo, protegiendo a la minoría, aunque sea mayoritaria. Y nada más. El resto del tiempo a trabajar, estudiar, vivir, gastar, ahorrar o protestar, pero siempre bajo la legalidad. Y punto, nada más.

Hagamos de la vida, de nuestra sociedad un lugar mejor, y si no nos gustan los demás, con un poco de cortesía y educación, lo tendremos dominado.