martes, 11 de marzo de 2008

Cuarderno de viajes IX

Muchos españoles y extranjeros, eligen Valencia como destino en estas fechas, un clima fantástico, bien comunicada. Valencia, con sus fallas, donde se queman los ninots que tanto han costado hacer y diseñar, donde se resaltan personajes y acontecimientos del año pasado, se salva uno , para el museo fallero, donde los vestidos y tradiciones llegan a toda la ciudad, donde el ruido, el fuego y el humo, todo lo purifican. Pero Valencia es mucho más, tan bilingüe como otras zonas de España, pero donde no encuentras nunca un problema de comunicación.

Pasear por Valencia, nos dará gran placer, podemos ver la Catedral, donde se guarda el Santo Cáliz, el Grial, y si tenemos suerte sobre las doce de la mañana, el tribunal de las aguas, podemos ver el Mercado Central, la Lonja de la Seda, el Palacio del Marqués de Dos Aguas, con el museo de la cerámica, muy interesante, y varias iglesias más. Calles de tiendas como La Paz, Poeta Querol, San Vicente. La plaza redonda, las calles de alrededor, la plaza del Ayuntamiento, la plaza de toros, al lado de la estación, Ruzafa, con sus restaurantes, hoy en día con población muy variada. Las torres de Quart y Serranos, los puentes, el lecho del río Turia, desviado para evitar inundaciones tan terribles como la de los 50. Podemos ir a barrios como El Cabañal, La Malvarrosa, con la playa, o ir hacia el puerto y navegar como en la Copa América.

Hacia fuera, podemos ver playas, castillos, viñedos, huertas, la Albufera, comer arroces muy buenos en muchos sitios, tanto en Valencia, como en los pueblos, hacia Madrid, hay que ir a Requena, con un bonito casco antiguo, con comida más contundente y un vino estimable. Me gustan mucho las cúpulas azules de las iglesias. En verano, hay que estar en la playa, sino es horroroso el calor, pero el resto del año, el clima es fantástico.

En Castellón, no es que haya mucho que ver, pero es agradable, buenas playas, en interior, Segorbe, es un bonito pueblo, tienen una tradición de encierros con toros y caballos por medio de la calle, bastante curiosa.

En Alicante, las playas, los arroces, las cocas (pizzas españolas tradicionales), gambas rojas muy buenas, mojamas y huevas, que las traen de Murcia o Huelva, las tienen muy buenas. Los pueblos alicantinos, desde Calpe, Denia, Orihuela, Ibi, Alcoy, Altea, Gandía, Elche, Guardamar, todos tienen algo valorable, sea, el mar, el peñón de Ifach, las huertas, las fiestas, los juguetes, los poetas, los restos arqueológicos, para un rato, no están mal, unos más que otros.

Lo peor, los paletos, Torrevieja, lo feo que han construido por muchos sitios, ese calor, la gota fría, los macarras con sus coches tintados y su música. De Benidorm, no opino porque no lo conozco.

Lo mejor, sus gentes, lugar de donde proceden muchos artistas y personalidades muy interesantes, los arroces, el clima, los bonitos paisajes, el mar, grandes comerciantes y negociantes, muy emprendedores, su sentimiento de España, el turismo y mil cosas más.